“Primordialmente doy gracias a Dios, a mi madre por contar con su apoyo, a todas las representantes por ser fiel luchadoras por el sueño de sus hijas. Esto es por y para ustedes!!! Dios conmigo quién contra mí”, fue el cínico mensaje que Adolfredo Matos colocó en la última página de su catálogo de modelaje, a manera de agradecimiento, en octubre de 2013,seis meses antes de estallar el escándalo de pornografía infantil que estremeció a Maracaibo.
Allí también estaba su gratitud pública a coreógrafos, profesoras de pasarela, fotógrafos y a su modista estrella, su madre Fany González, quienes fueron partícipes de su macabro producto. Los logos de sus patrocinantes: ferreterías, salones de belleza y de fiestas, productoras audiovisuales, y tiendas de accesorios para celulares, no podían faltar, por ellos fue posible la impresión.
Adolfredo fue el creador de aquel material, fue el protagonista. Su foto ocupaba media página, con una figura definida por el gimnasio, cabello corto, sin barba y ojos verdes, totalmente diferente a cuando cayó preso en Colombia.
El documento de cuatro hojas tamaño carta e impreso a full color en papel tipo revista,tenía en su portada a dos modelos, ambas menores de edad, ganadoras de los concursos: Teen Female World Venezuela 2010 (nacional) y Mini Female Zulia 2011 (regional). “Look Model’s Fashion, la imagen de la mode o de moda”, era el nombre del catálogo.
En sus páginas centrales posaban sonrientes, coquetas, frente a las cámaras, 20 niñas y jovencitas. Lucían radiantes. Maquilladas, peinadas y con llamativos accesorios, vestían las dos “mudas” que le proveía la academia: trajes de baño y vestidos cortos blancos, con cinturón y medias pantys blancas.
Con su carnada, Adolfredo convenció a varias madres para que inscribieran a sus hijas en su organización Latin Model Internacional, que definía como “agencia de proyección artística de Maracaibo, talento e imagen de modelos y presentación de artistas regionales y nacionales en Venezuela”.
Nunca hubo un contrato, tampoco casting. El catálogo era lo único que “enganchaba” a las representantes de sus futuras alumnas y fue ese mismo que le entregó en 2013 a la madre de“Sandra”, nombre ficticio de una de sus víctimas sexuales y de pornografía infantil.
La jovencita, cansada de las mentiras y el descaro de Matos, quien desde su celda enRíohacha intenta justificar su conducta enfermiza responsabilizando a terceros, decidió revelar en exclusiva a Versión Final la tragedia que vivió con él hace ya 23 meses, cuando apenas cursaba sexto grado y recién había cumplido los 11 años.
Al despertar de aquella pesadilla, los papás, hermanos, abuelos y tías de “Sandra” no la desampararon. Y allí estuvieron, durante toda la entrevista, acompañándola y escuchando su desgarrador relato. Ellos, según dijo, son sus mejores “psicólogos y terapeutas”.
Solo la estatura delataba su edad, sus palabras y actitud carecían de la inocencia que una vez la hicieron frágil. Le entregó dos rosquillas azucaradas a su hermano, tomó un abrigo azul para cubrir sus hombros, e inició el relato.
Sin ropa interior
Fue en diciembre que Adolfredo empezó a tomarme fotos desnudas, con una malla transparente y sin ropa interior; luego nos quería a obligar hacernos videos bailando y yo le decía que no quería, que por qué tenía que hacerlo.
Pero ‘Mary’ nos obligaba, siempre nos mostraba las poses desde un teléfono para imitarlas. Ella nos pegaba mucho, para obligarnos a eso. Adolfredo sólo le pegaba una modelo que empezó con él como desde los 4 años, la maltrataba cuando no quería hacerse fotos.
Una tarde yo me metí en la computadora de Adolfredo, porque aproveché que salió, y ví muchas fotos y videos pornos con varias estudiantes de la academia, conocía a algunas y a otras no, pero sabían que eran estudiantes porque salían con él en las fotos y llevaban puestos los mismos trajes que nosotras usamos…”.
Vía VF / www.diariorepublica.com