Se hicieron pasar por clientes para cometer un atraco y matar a un hombre. El insólito crimen se registró, a las 12:30 de la tarde, dentro de una entidad bancaria de la avenida 4 Bella Vista, cerca de la Iglesia La Consolación.
Ignacio José Materán, de 49 años, llegó a las 12:00 del mediodía a la empresa financiera a realizar un depósito. Así lo hacía cotidianamente, pues se desempeñaba como mensajero de la joyería Cupello y de otros negocios adyacentes de la calle 5 de Julio.
Fuentes policiales indicaron que Materán se sentó en las sillas de espera, mientras esperaba su turno para ser atendido por uno de los cajeros.
“El señor llegó en una bicicleta, la cual dejó en la parte de afuera y entró al banco con un bolso pequeño, en el que llevaba 22 mil bolívares”, refirió el informante policial.
Materán tomó asiento durante 15 minutos. Uno de los hampones se sentó a su lado y cruzó palabras con él para ganar su confianza.
“Cuando al mensajero le tocó su turno se levantó de la silla y fue cuando el delincuente le exigió la entrega del dinero. Trató de defenderse forcejeando con el ladrón y, de inmediato, entró otro asaltante y le disparó cuatro veces”, detalló el vocero. El atraco, acompañado de las amenazas de los hampones y la ráfaga de disparos, causó terror entre los clientes bancarios.
“Todos gritamos y corrimos hacia los rincones. Fue una escena impactante”, narró una mujer que se encontraba en el lugar, quien prefirió resguardar su identidad.
Materán soltó el bolso de dinero y cayó al piso. Al pistolero no le bastó el ver a su víctima indefensa y le propinó dos balazos más.
“Los disparos los recibió en el abdomen y en los brazos, pero murió de inmediato”, destacó la fuente.
Los motobanquistas salieron corriendo del banco y huyeron en motos.
José Luis Alcalá Rhode, director de Polimaracaibo, aseguró que la acción delictiva quedó grabada en las cámaras de seguridad de la entidad financiera y de otros negocios aledaños.
“Se hizo un cerco policial para dar con el paradero de los asesinos. Ya están plenamente identificados”, sostuvo el comisario Alcalá.
Luis Soto, amigo de Materán, refirió: “Tenía 20 años trabajando de esa manera. Vivía en el callejón Santa Alicia del sector Cerros de Marín”.
Un casco similar se registró, el pasado 16 de junio, en otra sucursal de esa misma entidad financiera, ubicada en el caso central de Maracaibo, cerca de Tribunales. William Enrique Colina Montiel, de 52 años, entró a hacer un depósito de más de 30 mil bolívares y recibió un disparo en la cabeza por parte de motobanquistas que lo atracaron.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com