Por un kilómetro estuvo sometido el taxista Jean Carlos Nava. El padre de cinco niños manejó su nuevo taxi Chery Orinoco por la circunvalación 2, con una pistola que rozaba su cabeza y la amenaza latente en su mente: “Haz caso o te mato”.
El hombre, de 41 años, como de costumbre, dejó —el martes en la mañana— a cuatro de sus hijos en las prácticas deportivas y luego comenzó a cazar “carreritas”.
Luego de varios servicios, Jean Carlos se detuvo y embarcó en la circunvalación 2, a la altura del semáforo de la entrada del barrio Bolívar, a un joven con ropa deportiva. Apenas pisó el acelerador, el criminal le apuntó a la cabeza y le ordenó detenerse.
Enseguida se montó el segundo delincuente, también en la parte trasera del Orinoco. Con miedo y bajo amenazas, Jean siguió conduciendo.
“Los hampones confesaron que querían despojarlo del “diario” —dinero que había hecho en la jornada— y otras pertenencias. El objetivo no era quitarle el Chery Orinoco”, dijeron fuentes del Cicpc Zulia, ayer.
Al parecer, Jean Carlos observó que, en el estacionamiento del centro comercial Vulcaucho, a la altura de La Matancera, había bastantes personas que lo podían auxiliar.
Aún con el cinturón de seguridad puesto, Jean aplicó el freno de mano al carro y forcejeó con los hampones.
Wilfredo Antonio Abreu Camacho, de 20 años, le disparó una vez en la cabeza a Jean y salió huyendo con su compinche, Jhersson Enrique Cano París, de 24 años.
Los dos asesinos huyeron metiéndose por las calles del barrio José Gregorio Hernández, ubicado al cruzar la circunvalación 2.
Mientras los delincuentes huían, la comisión de la División de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísiticas (Cicpc) estaban realizando el levantamiento del cadáver frente a la mirada de decenas de curiosos que se acercaron a la escena del crimen.
“En el camino, Jhersson fue a esconderse, mientras que Wilfredo se encontró con otro cómplice, Keywan Jesús Osorio Caroll, de 23, y decidieron seguir robando”.
Esta vez, sometieron al conductor de un Toyota Corolla, azul, lo obligaron a bajarse y se llevaron el carro. Seguían en el barrio José Gregorio Hernández.
La huida no les duró mucho. Funcionarios de la PNB los detuvieron en el barrio Integración Comunal. Los pararon por el Corolla. No se había establecido la relación con el asesinato.
Los detectives del Cicpc-Zulia siguen tras la pista de Jhersson Cano. Una fuente reveló que “se han realizado varios allanamientos, pero no han logrado dar con su captura”.
“Los delincuentes no pertenenen a ninguna banda y no presentaron antecentes penales”, aseguró un vocero de la policía científica.
El taxista Jean Carlos había sido víctima de robo en dos oportunidades, en una de ellas, casi le quitan la vida. Había sido marino.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com