Una medalla que no alcanzó a ver guindada en su pecho y un título de Médico Cirujano que no pudo tocar permanecía sobre su féretro. Esos dos implementos, sueños de cualquier universitario, no alcanzó a recibirlos, pues en julio del año entrante sería la graduación. Sin embargo, eso nunca detuvo la convicción de servicio que cada día crecía en su corazón y que desde hace un tiempo practicaba en las calles, pero que fue arrancado en un instante producto de un desalmado conductor que se dejó llevar por la ira de ver una protesta en la Avenida Fuerzas Armadas y, quien sin pensarlo dos veces, embistió con toda su furia en contra de su joven humanidad.
Hoy, viernes 19 de mayo, la morgue de La Universidad del Zulia amaneció repleta de personas, jóvenes estudiantes de medicinas, vestidos de batas blancas, esperaban que el cuerpo de su compañero, Paul René Moreno Camacho, fuera entregado a su familia para rendirle honores.
El inclemente sol no frenaba la espera. Con el pasar de los minutos más personas llegaban en grupo para darle una despedida entre rezos y cánticos. Sus amigos, compañeros de estudio y, al igual que él, miembros de la Brigada de Primeros Auxilios de LUZ (quienes prestan servicio para la “Cruz Verde”), también estaban allí. Ellos fueron los encargados de sacar sus restos del frío encierro de la morgue.
No era un ladrón, tampoco un guarimbero, mucho menos un vándalo de los que se aprovechan de la situación que vive el país para perpetrar sus fechorías. Paul Moreno era un socorrista, paramédico, y estaba a punto de culminar su carrera de medicina en el Núcleo de Salud de LUZ. Este jueves, mientras servía por sus ideales, resultó asesinado por una camioneta Hilux blanca, tipo cava en medio de una manifestación de estudiantes.
Así, con ese túmulo de gente que arropó todos los alrededores de la morgue, fue sacado en los brazos de sus dolientes, el ataúd que guardaba sus restos, los cuales partieron en una caminata hasta la sede del Rectorado nuevo de LUZ, en donde por orden del Consejo Universitario sería ofrecida una Santa Misa en su honor.
Su madre, Marlene Camacho, solo logró pronunciar un par de palabras en todo trayecto: “¡Es un héroe, mi hijo es un héroe!, me lo quitaron, pero siempre quedará como un héroe”, gritaba a viva voz.
Tras llegar el féretro a la sede del rectorado de LUZ, se abalanzó sobre sobre él, lo abrazó, besó el casco que su hijo usaba cada día para salvar vidas y se quedó en silencio llorando.
Ese acto espontáneo sumergió a la multitud en un llanto homogéneo que por varios minutos convirtió el ambiente en un verdadero escenario de tristeza.
“En la vida no había sentido tanto dolor, jamás te olvidaré primo, eres mi héroe, eres mi ejemplo, eres un valiente que diste la vida por nuestro país”, gritaba una prima que era consolada por otros familiares.
Su papá, Germán Moreno, dirigió unas palabras a los presentes y expresó que su hijo en vida fue un joven talentoso, respetuoso, excelente amigo, compañero de vida y una persona ejemplar. “Cuánto quisiera que este acto en su honor fuera su acto de graduación que tanto esperaba para darte un beso y un abrazo. Tenerte en vida, aquí a mi lado, no en esa caja”, clamó.
“Quiero agradecer todo este reconocimiento a mi hijo quien entregó su vida en una lucha por nuestra Venezuela… No se rindan nunca, solo espero que la muerte de mi hijo no sea en vano y que pronto lleguemos a ver ese país que todos los venezolanos soñamos. René, mi hijo, murió convencido de que necesitamos un mejor país”, afirmó.
Asimismo, manifestó: “Debemos madurar la democracia, los políticos deben entender que sus cargos son para servirle al pueblo, no para ellos ser servidos por el pueblo. Hoy nosotros pasamos a ser una familia de las tantas que han perdido a un ser querido por querer una mejor Venezuela”.
La misa fue oficiada por Diuver Martínez, párroco de la universidad. Su mensaje fue claro y reconfortante: “Paul hoy se une a la lista de venezolanos que han dado la vida por Venezuela para alumbrar el camino como una antorcha encendida en esta oscuridad en la que hoy estamos, pero que pronto terminará porque Venezuela es una tierra de gracia ante los ojos de nuestro creador”.
Reiteró que Paul a sus cortos 25 años se convirtió en un ejemplo para todos los zulianos y venezolanos porque siempre quiso servir a la patria con sus conocimientos adquiridos en la universidad.
Primeros auxilios LUZ llevará el nombre Paul René Moreno Camacho en su honor
El rector de LUZ, Jorge Palencia, pidió, en medio de su discurso, que “Primeros Auxilios LUZ”, pasará a llevar el nombre del estudiante como un acto honorífico por sus acciones heroicas para ayudar a los que más lo necesitaron.
La petición fue aprobada al instante por los integrantes de la agrupación, cuyo coordinador de nombre Giovanny reiteró que seguirán en las calles para servir y dar ayuda a quienes luchan por un mejor país.
“La gente nos llama héroes, Paul fue uno. Sin embargo, somos jóvenes de carne y hueso igual que todos los que estamos en este lugar. Cada vez que salimos de nuestras casas dejamos a nuestras familias preocupadas y orando porque no nos pase nada en medio de nuestro servicio que por vocación no podemos dejar de hacer nunca”, acotó.
Afirmó que hoy a las 7.00 de la noche los estudiantes de LUZ irán hasta la Iglesia La Candelaria, ubicada en el sector ocho de San Jacinto, donde realizarán una vigilia en su honor.