La joven venezolana Ingris Gomes, quien en diciembre del año pasado casi muere a manos de su ex pareja, José Luis Camara Da Silva, habló en exclusiva para Caraota Digital, ofreciendo detalles sobre cómo va su juicio. «Yo seguiré luchando por los derechos de las mujeres. No estamos solas, hay autoridades. El proceso es largo, difícil y las autoridades deben estar con las víctimas», hizo énfasis Ingris.
Indicó que a pesar de todas sus lesiones, ya se encuentra recuperada. «Poco a poco he recuperado mi movilidad, todo lo que venía haciendo anteriormente», sostuvo, quien hace unos días reveló unas supuestas irregularidades en el juicio contra su ex novio.
«Yo creo que sí se puede conseguir justicia», aclaró la joven, a quien aún se le notan las heridas que le dejó Da Silva, cuando le cortó el cuello con una botella de vidrio y le propinó varios golpes contundentes.
El pasado viernes, durante la audiencia en el Palacio de Justicia, el juez encargado del caso desestimó las pruebas que evidenciaban la violencia a la que fue sometida Gomes, sin tomar en cuenta los informes médico-legales. Incluso, Ingris llegó a escuchar en los pasillos del Palacio de Justicia que era su culpa lo que le había sucedido. Es decir, casi morir a manos de su agresor era su responsabilidad.
«Me han echado la culpa de haberme lanzado del vehículo. Gracias a que me arrojé, salvé mi vida. Salí de las manos de mi agresor; él me tenía en su poder, me lastimaba, me golpeaba. Nada justifica que alguien te ponga las manos encima», comentó la joven.
Sin embargo, Ingris Gomes sigue confiando en la justicia venezolana, para que su agresor enfrente y cumpla la condena que a su juicio le corresponde, tomando en cuenta que casi le quita la vida por el simple hecho de que ella no quiería volver con él y eso lo obsesionaba.
El crimen
La noche del domingo 13 de diciembre, su ex pareja, José Luis Da Silva, la acompañó a bordo de su camioneta a una farmacia de renombre en el país. En el camino, se generó una acalorada discusión entre ambos. Él le recriminaba a ella la forma en la que terminaron su relación, hace dos meses antes de ese encuentro, justo por un episodio violento del hoy imputado.
Cuando llegó el hombre al carro, cargaba una botella de agua destapada. Ella, confiando en la buena fe del que hace tan solo dos meses era su compañero sentimental, tomó un sorbo de esa bebida. Allí comenzó la tragedia, cuando cayó inconsciente en el asiento del vehículo.
A los minutos recobró el conocimiento. Desorientada, pudo darse cuenta que estaba subiendo por el Km. 9 de El Junquito, cerca de la casa de Da Silva. Le comenzó a recriminar que la había drogado, pero él mantenía una actitud violenta. La insultaba y de una vez le espetó la amenaza que estuvo a punto de cumplir: «Nos vamos a matar los dos».
Salvada por funcionarios de la GNB
«Cuando íbamos por El Junquito, él me decía que si yo no era de él, no sería de más nadie. Que solo podía estar a su lado», comentó la chica ante las cámaras del medio citado. Con su voz ronca por los gritos y las heridas que recibió en su cuello, siguió relatando lo sucedido.
Cuando Ingris recuperó algo de fuerza, intentó saltar del vehículo. Ella comentó que recordaba que más adelante estaba un módulo de la Guardia Nacional, a quien pensaba pedirle auxilio.
Ingris Gomes señaló que el agresor –que estaba furioso– se dio cuenta que ella pensaba escapar de él. La tomó por el cabello y decidió arrastrarla, con el carro en marcha, por el pavimento. La cabeza de su ex novia impactó en el suelo y el golpe la desmayó.
El sujeto tomó una botella de vidrio y se la pasó por el cuello, causándole una grave herida, por la que casi muere desangrada. Funcionarios de la Guardia Nacional vieron lo que sucedía, auxiliaron a la joven y detuvieron al agresor. De hecho, este, en su momento de furia, también lastimó a un uniformado antes de que lo sometieran.
Mientras la joven sufría en una camilla del Pérez Carreño, Da Silva fue trasladado al módulo de la GN. Allí estuvo detenido por tres días, hasta que fue llevado a la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc). Allí estuvo hasta que fue presentado ante el juzgado de Control del AMC, en el Palacio de Justicia.
El sábado, mientras Ingris aún estaba en el hospital, presentaron a su agresor ante el Tribunal 6 de Control de Caracas. La fiscalía lo imputó por la presunta comisión del delito de femicidio agravado en grado de frustración y violencia sexual; todos estos delitos están previstos en la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, por lo que pagará una condena, la cual Gomes lucha por que sea de mucho tiempo y muy lejos de ella.
Fuente Caraota Digital/Diario República
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