El Consejo Evangélico de Venezuela (CEV) expresó su dolor y tristeza por los hechos ocurridos en el Centro Penitenciario de Occidente (Uribana) en los cuales perdió la vida el pastor Segundo Camejo, miembro de la Pastoral Evangélica Penitenciaria, junto a un efectivo de la Guardia Nacional Bolivariana y cerca de 60 internos.
El Pastor Camejo atendía a la población necesitada e iglesias evangélicas que se encuentran dentro del recinto penitenciario, se encontraba en ese momento en Uribana junto al pastor Ramón Castillo y cuatro hermanos más, en respuesta a una petición de la población interna quienes les solicitaron servir de garantes y de colaborar en una requisa pacífica, junto a otros entes del Estado.
El CEV, en respaldo a la Pastoral Evangelica Penitenciaria, solicita ante las autoridades del país la apertura de una investigación imparcial y exhaustiva que establezca cada una de las responsabilidades a las que hubiera lugar. «La muerte del Pastor Camejo, así como el resto de las sucedidas en ese fatídico día, no puede ser vista con superficialidad. Hay un hecho innegable y es que se perdieron vidas humanas, seres que merecían ser tratados con dignidad, porque fueron hechos a la imagen y semejanza de Dios», dice el comunicado firmado por el Pastor César Mermejo, Director Ejecutivo del CEV
«Desde el CEV vemos con preocupación lo complejo del tema penitenciario y coincidimos en que al tratamiento político del asunto, se debe sumar la experiencia de las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la materia. Desde la Pastoral Evangélica Penitenciaria tenemos una trayectoria en este sentido y estamos y seguiremos a la orden para prestar ayuda a tantos que requieren de una mano amiga y desinteresada en condiciones tan especiales».
Vía El Universal