Yaniré Paola Coll vivía momentos felices colmados de logros antes de la fatídica tarde del 21 de mayo, día en que la sorprendió la muerte tras recibir cinco balazos detonados por su propia pareja, Carlos Novoa, en el sector El Caujaro, de San Francisco.
Apenas días antes se le veía hermosa, risueña y llena de contento por haber logrado culminar su carrera de Derecho en Urbe.
Fue el 10 de mayo que recibió de manos del propio rector Oscar Belloso, timón de la Universidad Rafael Belloso Chacín, su título de jurista de la República.
Ese día lanzó junto con compañeros de estudio su birrete a los aires en señal de victoria. Eran las 6.00 de la tarde en un acto masivo de nuevos profesionales en el Palacio de los Eventos.
Colegas amigos la recuerdan como una joven aplicada y exitosa a sus 25 años y no salen del asombro tras la horrenda escena que acabó con su vida apenas 11 días después de aquella fiesta de graduandos.
Yaniré Paola recibió la arremetida de su pareja cargada de celos por un supuesto mensaje de texto que habría hallado en el celular de la dama. Cegado por la ira Carlos Novoa le arrancó el aliento con una Magnum 357 en su propia residencia mientras su pequeño hijo de 5 años escuchaba extrañado las detonaciones dentro de la casa. Era el quinto cumpleaños de la criatura y Yaniré preparaba pasapalos para la celebración familiar.
Carlos, empuñando el arma, ya había escogido su infierno. Posó el cañón en su cabeza y soltó el potente disparo que tiñó de sangre el porche de la casa. Una amiga de Yaniré Paola que le ayudaba presenció todo. La imagen se torna imborrable.
Una tia de Yaniré, Elena García, esperaba hoy el cuerpo en la morgue de la Facultad de Medicina. Contó a DiarioRepública que el pequeño dice hoy: «Mi mamá está en la clínica y mi papá está preso porque le hizo daño».
El cuerpo de Yeniré es velado en las capillas de Sercompreca y se espera un sepelio a primeras horas de mañana.
Redacción/DiarioRepública