Un grupo de sicarios que se trasladaban en motocicletas irrumpieron la mañana de este domingo en el Hipódromo de Santa Rita para acabar con la vida del ejemplar Jali Mahmuod, propiedad del entrenador Héctor Reyes como acto de venganza contra éste.
El purasangre recibió trío de balazos y luego la caballeriza que ocupaba fue incendiada para borrar cualquier evidencia, aprovechando la soledad que reina en el recinto hípico cada día, especialmente los domingos en horario matutino, así como la nula vigilancia y escasa protección del lugar.
Al parecer, el hecho tuvo su origen cuando otro ejemplar entrenado por Reyes, quien es zuliano pero labora tanto en Santa Rita como en Valencia, no respondió al favoritismo de que gozaba en el hipódromo cabrialense. El caballo lleva por nombre Tío Morocho, el cual llegó fuera de pizarra en la décima competencia sabatina en la capital carabobeña. En dicha prueba estaban inscritos nueve animales y Tío Morocho era uno de los más jugados.
Se comenta que esta no es la primera vez en la cual grupos armados ingresan al óvalo de la Costa Oriental del Lago, pero sí que en esta ocasión lograron su cometido de ajuste de cuentas por actuaciones de caballos en la popular actividad de las carreras.
Vía NAD/www.diariorepublica.com