Al menos 35 personas murieron como consecuencia de la explosión de un oleoducto en la ciudad portuaria china de Qingdao, al oriente del país.
El accidente interrumpió las operaciones de la instalación petrolera.
Los medios estatales reportaron que una fuga de petróleo en un oleoducto subterráneo provocó la explosión, que también dejó heridas a más de 160 personas.
Varias horas tomó contener el fuego en la tierra y en el agua, debido al petróleo que entró en el mar.
El oleoducto es propiedad de Sinopec, la mayor refinería de China. Las autoridades dijeron que los trabajadores estaban tratando de reparar la fuga cuando se produjo la explosión.
Agencias