La madrugada de este jueves tirotearon a Jesús Enrique Pirela González, uno de los sujetos que en febrero de 2001 le dio un balazo en la nuca a Sharon Aparicio, hija del único venezolano en el Salón de la Fama del béisbol mundial, el zuliano Luis Aparicio.
Pirela amaneció tendido en la calle 8, tercera etapa de la urbanización Villa Baralt, parroquia Francisco Eugenio Bustamante del municipio Maracaibo, a pocos metros de su casa. Tenía cerca de tres orificios de bala en su cabeza.
A las 6:30 de la mañana le avisaron a sus familiares. Los funcionarios del Cicpc levantaron el cadáver tres horas más tarde. Bajo una sabana, aparecía vestido con un chemise amarillo y un jean azul recortado a la altura de las pantorrillas. Sus pies estaban descalzos. No se llevaron sus pertenencias.
Los tatuajes en su brazo derecho eran remembranza de su paso por la prisión. Pirela había pagado cinco años, de nueve que abarcaba su sentencia, por homicidio en grado de frustración en el caso de Sharon. Obtuvo la redención de su pena por buena conducta. Pero había vuelto a delinquir. Aún así, gozó de libertad bajo vigilancia hasta febrero de este año, cuando quedó “limpio”.
Su mujer, Marta Hernández, lloró inconsolable cuando retiraron la sábana y movieron el cuerpo. La sangre cubría rostro y pecho del occiso. Según relataron, había salido “a comprar hielo”.
El caso Aparicio
El 28 de febrero de 2001, Sharon Iris Aparicio había salido de su casa en compañía de otras tres amigas, a comprar un medicamento. Llegaron a la farmacia San Martín, en San Jacinto, frente al estadio Nerio “Camarita” Flores.
Cuando se bajó a comprar, tres sujetos intentaron dominarla y penetrar al vehículo, ella intentó volver al carro para huir del lugar, pero uno de los individuos accionó el arma que portaba y la hirió en el cuello.
Según informó entonces el médico tratante, Dr. Marcos Borjas, del hospital Clínico de Maracaibo, la bala le ocasionó graves lesiones que le produjeron un "shock medular a nivel de la cervical que afectaron las vértebras 3, 4 y 5 que implica casi todas las funciones vitales del cuerpo". La dama quedó cuadrapléjica.