José Vicente Rincón Lara, tenía 23 años y todos lo conocían como “Vicentico”. Un selecto grupo de la División de Homicidios del CICPC-Zulia, al mando del comisario Wilmer Rodríguez, les seguía los pasos por ser un brazo fuerte de la banda de Jhon Wade.
Estaba solicitado por el tribunal undécimo de control y en el CICPC le habían abierto cuatro expedientes por homicidio, entre estos el del capitán retirado del ejército, Oswaldo Rafael Méndez Muñóz, de 63 años, crimen ocurrido la noche del pasado 30 de marzo en el sector La Ensenada de La Cañada de Urdaneta.
Sin embargo los sabuesos del CICPC lo relacionaban con la mayoría de los sicariatos ocurrido en esa zona. Pese a su corta edad se había convertido en un ala fuerte de Jhon Wade. Según una fuente ligada a las investigaciones, José Vicente Rincón, subió de escala en la banda luego que Enmanuel David Carroz, apodado “El narizón”, quien ocupaba un cargo importante en “la cadena de mando”, fuera abatido junto a otros cuatro delincuentes en La Costa Oriental del Lago.
Una vez desaparecido “El Narizón”, Euris Villasmil asumió su puesto y “Vicentico” ocupó el cargo de este último, revelo la fuente policial. Sus andanzas criminales bajó el mando de Jhon Wade le permitieron ganarse una difusión de alerta roja por interpol.
A la cinco de esta madrugada acabó su búsqueda luego que funcionarios del CICPC lo hallaron en una vivienda ubicada en la calle El Taladro del sector La Plaza de La Cañada de Urdaneta. Tras una balacera fue herido y murió minutos después en el Hospital de esa localidad.
Para la gente de homicidios de la policía científica este sujeto abatido era uno de los más peligrosos y en su haber homicida tenía cerca de 25 sicariatos. Además de ello, fue uno de los que ejecutó el atentado con granada a la sede del CICPC en La Cañada de Urdaneta, aseguró el jefe de la base de homicidios.
Vía NAD / www.diariorepublica.com