Habiendo tantas alergias como existen, no es de extrañar que también exista la alergia al frío. No es muy frecuente, pero hay casos descritos de alergia al frío, también llamada urticaria a frigore, o urticaria al frío.
La alergia al frío consiste en una reacción de la piel ante estímulos fríos como viento, baja temperatura o contacto con agua fría.
Afecta a pocas personas (supone menos de un 3% de las urticarias crónicas). Suele afectar más a adultos jóvenes.
Se manifiesta con picor y puede que con malestar general, fiebre, dolor de cabeza y otros dolores. Se suele diagnosticar con el “test del cubito de hielo“, que consiste en aplicar hielo en el antebrazo durante 5 minutos, y observar a los 10 minutos si se produce algún tipo de reacción.
En cuanto a la prevención, es de lógica que hay que evitar la exposición al frío (aires acondicionados, aire libre…), abrigarse adecuadamente y tomar alimentos a temperatura ambiente.
Agencias