La clave de una relación es aceptar las diferencias, pero cuando esas discrepancias van desde los hábitos alimenticios, se debe poner énfasis a la situación, aunque parezca una tontería, puede desencadenar una crisis de pareja
No es fácil que un vegano salga con alguien que adore comer costillas de res o cualquier o cualquier piezas sangrantes de carne muerta, o para un omnívoro ser juzgado por esto. Por eso, el sitio web Infobae consultó a algunos veganos sobre sus experiencias saliendo con carnívoros.
Los consultados recomiendan sentirse orgullosos de su estilo de vida y nunca pretender cambiar al otro. Es importante exponer que las razones que llevaron a enamorarse van a más allá de un hábito alimenticio.
«Mi novio ya no come carne, pero sigue comiendo pescado a veces. No estoy contenta con esto. Me parece que huele mal, no quiero cadáveres de animales en mi refrigerador», dijo Charlotte de 25 años sobre su novio con el que lleva 8 años.
«Una vez le grité que iba a dejarlo si no dejaba de comer carne. En ese entonces era vegetariana y él seguía comiendo de todo. Ahora que lo pienso, fue muy estúpido, porque para mí esa nunca sería una razón para dejarlo. Pero quería hacerlo entender qué tan molesto era para mí que siguiera comiendo animales muertos», continuó.
En algunos casos, estas diferencias han llevado a grande problemas en la relación, sobre todo si uno no entiende el punto de vista del otro.
«Recuerdo la primera vez que fuimos a McDonald’s. Puso un trozo de carne enfrente de mí y dijo: «Vamos, no va a matarte». Me pareció muy molesto. No dije nada sobre ello. Respeto la decisión de cada quien, pero ese respeto debe ser en ambas direcciones», afirmó Aleksandra (21), vegana por ocho meses, en pareja con su novio por cuatro años.
«Basta de las típicas bromas veganas. Sí, los garbanzos son veganos, estoy segura. No, no como cinco tipos de pasto al día. Y si alguna vez invitas a cenar a una chica vegana, no sugieras ir por una ensalada. Es tan molesto», sostuvo.
Expertos aconsejan no excluir a nadie por su hábito alimenticio, en medio de las diferencias hay que tener mucha tolerancia. Encontrar lo bueno de cada costumbre para hallar la armonía y nos destruir la relación.
Vía Globovisión/www.diariorepublica.com