Los supervisores de farmacias alegan que los laboratorios optan por modificar el producto a fin de abastecer el mercado. Los farmacéuticos más económicos desaparecen de los anaqueles por meses. Las empresas exigen que se revisen los precios congelados y se optimice la liquidación de divisas.
"Desde hace dos meses, el antibiótico Fulgram de 500 miligramos, regulado a 16 bolívares, desapareció de la Farmacia Las Américas. Al poco tiempo el mismo laboratorio colocó en el mercado una nueva presentación de un gramo valorado en 300 bolívares. Ahora los doctores solicitan a sus pacientes comprar el medicamento y partirlo a la mitad".
De esa forma Gabriela Labarca, encargada de la farmacia, ejemplificó el proceso que, según su experiencia, los laboratorios siguen para intentar garantizar los productos en el mercado con precios congelados desde el 2003 en base a una resolución elaborada en 1999. "Las empresas le buscan la vuelta para subsistir. Cambian las presentaciones para venderlas más costosas".
Igual ocurre con la solución vial número 16, una de las más afectadas por el congelamiento de costos y requerida para diluir un sinfín de tratamientos básicos. Su costo, de acuerdo a la Gaceta, se sancionó en cuatro bolívares. "Después de meses desaparecida llegó con una nueva presentación en bolsa a 11. El que más pierde a la final es el paciente y usuario".
Los medicamentos para combatir la diabetes, tiroides y convulsiones son los más difíciles de adquirir, según un sondeo realizado por los comercios de la ciudad. María Gómez, encargada de la Farmacia Claret, comentó que semanalmente solicitan al laboratorio, a través de una página web, entre 24 a 48 de cada uno de estos productos. Pero desde inicios del año solo le distribuyen entre seis y 12 ocasionalmente. "No superan ese límite. El portal indica "no hay existencia del fármaco".
Para Yetzabe Linares, vendedora de la Farmacia Los Cibeles, el problema también se incrementa porque los laboratorios tienden a distribuir con preferencia a las grandes farmacéuticas dejando rezagadas a las que solicitan menor cantidad de productos.
Índice de fallas
Los cálculos de la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar) confirman la preocupación de usuarios y compradores. Para el cierre de mes de junio se registró un índice de fallas del 26 por ciento en promedio de los productos solicitados a las 28 empresas adscritas al sector y la cantidad despachada en el tiempo requerido.
Ángel Márquez, presidente de la cámara, recordó que también influye el problema para obtener las divisas oficiales oportunamente a fin de abastecer el mercado. De acuerdo a los datos de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) entre enero y junio de este año el sector salud recibió mil 768 millones de dólares, un 25,55 por ciento menos con respecto al mismo período del año pasado.
Los laboratorios de la Cifar, hasta el pasado viernes 27 de julio, esperaban por la liquidación de más de 200 millones de dólares. Ayer se cancelaron algunas solicitudes nuevas pero aún faltan. Especificó que durante el año no se ha aprobado entre el 10 a 15 por ciento de lo requerido en estatus de importación de producto.
El retraso genera problema con los proveedores de los laboratorios, quienes aspiran que los plazos establecidos de créditos de 30 a 90 días se cumplan. "Las empresas tienen amenazas de procedimientos legales y demandas. Los proveedores exteriores poco entienden el control de cambio del país. Para nosotros lo más importante es no dañar nuestra relación con ellos. Buscar uno nuevo requiere hasta dos años por los cambios en el registro sanitario que debe hacerse en los productos en ese caso".
Por tal razón entre sus solicitudes también exigen la optimización de los lapsos para la aprobación del registro sanitario, según Márquez el proceso toma mucho tiempo en el país.
Aumento de costos de permisos
Ángel Márquez, presidente de la Cifar, recalcó que el Instituto Nacional de Higiene (INH) también incrementó el costo de los permisos desde diciembre del año pasado por los gastos del ente. Informó, además, que los laboratorios también deben enfrentar el costo de las notificaciones de promociones realizadas por la industria.
El proceso, antes, no poseía ningún costo extra y desde hace tres semanas se debe cancelar un equivalente en unidades tributarias. Manifestó que los incrementos solicitados por las diferentes instancias tienen sentido por los gastos actuales, pero recordó que el sector sufre de más limitaciones que no han sido resueltas pese a las reuniones realizadas.
Afectadas por la escasez
Digna Matheus. Compradora: "Los anticonvulsionantes están desaparecidos. Mi hija es operada de un tumor cerebral y debe tomar dos diarios de por vida. Lo he comprado hasta en 30 bolívares cuando cuesta entre seis y siete".
Nivia González. Compradora: "Ninguna de las medicinas baratas se consiguen. Mi hijo tiene Parkinson y sufre de crisis porque no encuentro su medicamento. Lo he reemplazado con medicina natural pero no le hace efecto".
Vía Diario La Verdad/Luzmila Mejía Smith/Foto: José Nava