Barack Obama fue el quinto en hablar, y comenzó celebrando también este nuevo acercamiento e insistiendo que hace cuatro años atrás pidió mirar las relaciones entre su nación y latinoamérica no desde el espejo de pasado sino de cara al futuro, del que dijo sería marcado por una relación de respeto entre iguales.
Obama no evadió de entrada el hecho de que por primera vez en medio siglo estén sentados en un mismo foro, su gobierno y el de Cuba, y en consecuencia por primera vez todos las naciones del continente se sienten juntas para debatir, de nuevo, dijo, el futuro y no el pasado. Estamos seguros, dijo, que tanto el presidente Castro como yo mantendremos profundas diferencias en temas, pero eso no impide que podamos avanzar en otras. «Iniciamos una nueva política hacia Cuba, ahora más americanos viajando a Cuba, más intercambio y más oportunidad para el pueblo cubano».
Y para contestar a Correa, Obama dijo: “yo estudié historia y aprecio las lecciones de historia que he recibido y seguro voy a recibir de muchos aquí. No decimos que somos perfectos, pero si estamos abiertos al cambio. No tenemos una historia intachable en Derechos Humanos, pero si nos enorgullecemos de la disposición a cambiar. Y en alusión indirecta a Venezuela, el presidente de EE UU dijo que en su país no se encerraba a nadie porque ser opositor. «Podemos seguir discutiendo sobre las diferencias, pero eso no va a hacer a nuestros países más desarrollados ni nos va a hacer más fuertes».
Sobre la mala prensa se atrevió a asegurar que es calificada así aquella que generalmente critica. «No estoy interesado en iniciar batallas que comenzaron antes de que yo naciera, en cambio podemos seguir haciendo avances, y comenzar progresos con cooperación, con respeto y equidad».
«Estoy aquí para hacer mi mayor esfuerzo en trabajar con ustedes y construir una nueva relación».
Vía Panorama / www.diariorepublica.com