El coordinador regional de Primero Justicia (PJ) Juan Pablo Guanipa, visitó el sector Valle Encantado de la parroquia San Francisco ubicado en el mismo municipio. En Valle Encantado se encuentra el barrio San Ramón donde los vecinos están cansados de luchar con la mala vialidad, la falta de gas, cloacas y aguas blancas, pero sobre todo con la inseguridad.
“Polisur no es la misma. Antes era ejemplo y ahora es todo lo contrario. La inseguridad en el barrio ha logrado que se convierta en zona roja y no precisamente porque sean afectos al gobierno. Este barrio de encantado no tiene nada como dicen por aquí”.
Ana Flores, habitante del sector, aseguró que después de las diez de la noche no pueden salir de sus casas para evitar ser víctima de los gatillos alegre. “Hay tiros al aire a cada rato, no hay policía. Cuando hay problemas, se acaban y al final no hay patrullaje que llegue a solucionar”.
Flores denunció además discriminación por razones políticas. “Por ser opositora me sacaron del programa de las casas, salí en lista y luego me dijeron que no porque voto por oposición. Seguiré viviendo en mi ranchito porque no votaría por los rojos”. A lo que el Guanipa acotó “no vender su conciencia es tener dignidad”.
Magaly León, vecina de Valle Encantado exigió al gobierno regional y municipal la instalación de los servicios públicos. “Estamos sufriendo. No hay agua ni gas; ya no soportamos esta situación. La pipa de agua ya está en diez bolívares y dura dos horas. Para agarrar agua tenemos que pararnos entre las dos y tres de la mañana y a veces ni llega. Señor gobernador y alcalde, acuérdense de nosotros, vengan a Valle Encantado”.
El concejal de Maracaibo agregó que la primera imagen que proyecta Valle Encantado es completamente deprimente. “Esto lo que da es tristeza, las calles no sirven y hay charcos por todas partes. El consejo comunal no está haciendo su trabajo que es velar por las mejoras de la comunidad”.
A Jenny González, le preocupa el futuro de sus hijos en esta comunidad. “Quiero que mis hijos tengan casas, canchas; donde crecer y educarse. Quiero futuro para este barrio. Omar ven para acá. Si viene Julio Montoya no lo dejan entrar. Terminen el colegio. Si por exigir mejoría para mi barrio me tienen que botar que me boten pero queremos ayuda.”
Génesis Montiel tiene 23 años en el barrio, está embarazada y ya tiene un hijo, manifestó que la falta de limpieza en la cañada ha tumbado casas y que el servicio de aguas servidas nunca ha funcionado desde que colocaron las tuberías.
“La cañada no la limpian, tumba casas, y hay enfermedades por los insectos y malos olores. Estamos cansados. Da dolor ver niños iniciándose en la delincuencia porque muchas veces las madres no tienen para cubrir sus estudios y enviarlos al colegio. El simoncito funciona sólo hasta las 12, y muchas veces las maestras colocan de su sueldo para comprar hasta la pintura. Nadie ayuda a este simoncito”.
Douglas Molero, candidato a concejal por lista en el municipio sureño manifestó que “las políticas nacionales no están funcionando dentro de la comunidades. Aquí hacen campaña de amor y ese amor se acabó”.
Nota de prensa