El periodista Mario Villegas ha entrevistado recientemente al exlíder comunista Antonio García Ponce y éste ha manifestado su abierta opinión sobre la Administración Chávez y el significado de esta para Venezuela.
“No hay nada bueno en el chavismo, para mí todo es oscuridad, cháchara y pantomima”, dijo tajantemente.
Así transcurrió el diálogo:
-Después de publicar su libro Adiós a las izquierdas ¿Cómo se identifica usted política e ideológicamente?
-Políticamente me defino como un independiente incorporado al movimiento de la oposición a este gobierno e impulsando la candidatura de Henrique Capriles. Ideológicamente, soy un renegado del marxismo. Abandoné el marxismo y me inscribo ahora en las corrientes del liberalismo económico y de la democracia total.
-¿Su rompimiento definitivo con las izquierdas condujo a la fractura de las relaciones con sus hermanos Guillermo y Servando?
-La ruptura política con mis hermanos, a los cuales tengo afecto imperecedero, ocurrió al llegar Chávez al poder. Prácticamente la relación con mis hermanos yo la metí en un congelador, salvo unos cuantos contactos de estricto carácter familiar.
-¿Qué le quedó de su militancia en el Partido Comunista y Vanguardia Comunista?
-El sentido de la honestidad en la lucha, el espíritu de sacrificio y el amor al país.
-¿Qué tiene el presidente Hugo Chávez de izquierdista y de derechista?
-De izquierdista, su total adhesión al marxismo leninismo. De derechista, su espíritu militarista.
-Como historiador ¿Cómo reseñará la historia a la figura de Chávez?
-Lo coloco en la honda de los presidentes llegados al poder por montoneras y el apoyo de la clase militar del siglo 19, desde Páez hasta Juan Vicente Gómez. La historia lo registrará como uno más de esos caudillos.
-¿En qué se parece y en qué se diferencia el actual PCV de aquel en que usted militó por tantos años?
-Se parece únicamente en el símbolo del gallito rojo, aunque ahora pataruco. Se diferencia en que entre sus dirigentes no hay ni siquiera uno que tenga la preparación y el intelecto de un Caros Irazábal, un Juan Bautista Fuenmayor o un Gustavo Machado. También se diferencia en que carece de una brújula, porque ya no existe el mundo socialista y porque hay un foco de extrema confusión al cual estáa adherido que es el llamado Socialismo del Siglo XXI.
-¿Ahora que está dedicado a la historia y la literatura, siente que perdió los años que le dedicó a la militancia política?
-Nadie puede afirmar de manera rotunda que perdió sus años en una actividad que ahora no ejerce, porque la mente del ser humano se nutre de numerosas raíces y es difícil hacer una limpieza cerebral para entrar a otra esfera del quehacer intelectual. Me suena a excusa el argumento de aquellos que se sienten frustrados o arrepentidos de lo que hicieron en años anteriores.
-¿Tampoco se arrepiente de su participación en la lucha armada?
-Los años de la lucha armada en los 60 fueron un torbellino de sangre, locura y fantasía. Siento a veces mucho dolor al pensar en los jóvenes que se inmolaron en aquella lucha que nunca tuvo un norte preciso a la mano. Yo estuve encargado de numerosas tareas en aquellos combates en mi condición de responsable del avituallamiento y apertrechamiento logístico de las FALN, con visitas a varios frentes guerrilleros hasta que en 1963 caí preso y fui sentenciado a cuatro años de prisión y posterior expulsión del país. Mi sentimiento no se refleja en la palabra arrepentimiento sino en lágrimas de dolor.
-¿No ve nada bueno en Chávez y el chavisno?
-No. Para mí, todo eso es oscuridad, cháchara y pantomimas.
-Ahora que se habla del financiamiento de los partidos. ¿Ciertamente existió el llamado “oro de Moscú” en el financiamiento del PCV?
-Sí existió. Y luego se confirmó tras la disolución de la Unión Soviética. Hace poco, una investigación publicada en una revista chilena reproduce el acta suscrita de puño y letra de Boris Ponomariov, responsable internacional del Partido Comunista de la URSS, en la cual se le asigna al PCV una ayuda anual del 500 mil dólares. En la lista figuran casi todos los partidos comunistas del mundo capitalista.
-¿Qué distingue a la corrupción chavista de la corrupción adeco copeyana?
-Aunque es prematuro hacer cálculos al respecto, da la impresión de que la distinción es numérica, porque ahora las comisiones superan el 30 y a veces el 50 por ciento de los contratos a ejecutar.
-¿Hacia dónde va Venezuela?
-Venezuela va con Capriles hacia una reconciliación de su población entera y al manejo armónico de su renta petrolera.
-¿Estamos vacunados contra una guerra civil?
-Sí. La guerra civil supone el enfrentamiento de dos cuerpos armados con el dominio por cada una de una porción del territorio. Eso ni siquiera ocurrió en los tiempos de la lucha armada de los 60 y no ocurrirá tampoco en el futuro.
Por Mario Villegas