Con esa medida, Venezuela busca paliar una caída en el valor de los metales que exporta y obtener mayores ganancias, pero los operadores advirtieron que ahuyentará a clientes que pueden conseguir mejores precios en el mercado.
En la práctica, el cambio supone un incremento en el valor de los productos exportados por Venezuela, en su mayoría, muy por encima del precio internacional.
«Es el Estado el que fija el precio de los productos que se comercializan, no es ninguna mafia que viene a decir cuánto cuesta el producto de cada uno de los venezolanos», dijo la semana pasada el ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, al presentar el nuevo sistema de comercialización.
Venezuela es un jugador importante en el mercado de semi elaborados, planos y largos de acero; mineral de hierro; briquetas de hierro en caliente (HBI); pellas y aluminio primario que siempre comercializó guiado por la Bolsa de Metales de Londres, el mayor mercado del mundo en opciones y contratos a futuro de metales no ferrosos.
Pero con el nuevo sistema, una tonelada de briquetas de hierro que Venezuela vendía en 268,5 dólares, ahora pasó al «precio justo» de 310 dólares.
«El Gobierno no sabe lo que está haciendo (…) pone muchos obstáculos y los clientes ya perdieron la confianza en Venezuela», dijo un operador de metales ferrosos que con regularidad compra productos venezolanos.
Otro comerciante de metales, basado en Estados Unidos, calificó el nuevo sistema como «una locura».
«No va a funcionar (…) La gente está dejando en el puerto el mineral venezolano», explicó.
Últimas Noticias