El pasado 23 de enero el Gobierno recortó las divisas que se asignan para viajes y compras por Internet y en las dos semanas que tiene en vigencia la medida persiste la confusión con los trámites que se deben cumplir para activar los cupos.
Según la providencia 125, ahora hay un tope anual de 3.000 dólares al cual se les descontarán los pagos por consumos en el exterior, las divisas en efectivo y el cupo de compras electrónicas, deducciones que no se hacían anteriormente. En el régimen que estuvo vigente hasta el 22 de enero el límite para la tarjetas era máximo de 3.000 dólares y adicional se aprobaban 500 dólares en efectivo, más el cupo para compras por Internet de 400 dólares.
La autorización para el consumo con la tarjeta de crédito se sigue haciendo de acuerdo al país y duración del viaje, siendo el monto máximo 3.000 dólares, sin embargo, los topes por destino fueron reajustados.
Las divisas en efectivo también se aprueban por destino, siendo el monto mínimo 300 dólares y el máximo 500 dólares. Antes se asignaba, un solo monto de 500 dólares o 400 euros. Y adicionalmente, el cupo para las compras electrónicas pasó de 400 a 300 dólares, pero su activación tiene limitaciones.
Desde que se publicó esta normativa cambiaria, se registran colas de usuarios en la sede de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) por las dudas que han surgido con los nuevos procedimientos.
Las inquietudes que más se han generado han sido con la distribución de la cuota anual, los requisitos que se deben cumplir, la autorización de los viajes según destino y las condiciones del cupo electrónico.
Frente a esa dudas, las autoridades no han dado precisiones. Fuentes financieras explican que actualmente la mayor confusión se presenta con la aprobación de los viajes a Estados Unidos, especialmente con aquellos boletos que incluyen en la escala al estado de Florida. Comentan que la autorización está a criterio de las instituciones.
Aunque Cadivi está afinando el sistema para detallar los consumos por escala, las fuentes dicen que la regulación presenta problemas, debido a que la información que envían los comercios en Estados Unidos sobre los gastos no siempre están notificados por ciudades.
Por tal motivo, agregan que los controles posteriores a los viajes serán más exhaustivo por parte de las autoridades, especialmente con los consumos hechos en EEUU.
De hecho, esta normativa cambiaria, según el presidente del Centro de Comercio Exterior, Alejandro Fleming, seguirá siendo objeto de revisión, y en días pasados, aseveró que se modificará si se detectan irregularidades.
«Se aplicará un método antivirus. Vamos a blindar el mecanismo con la revisión constante de las providencias. Se actualizarán así como los destinos, según las alertas que se generen (…) No se puede permitir que se vulnere el sistema».
Vía El Universal