El movimiento estudiantil de la Universidad Católica del Táchira exige al gobierno que deje de reprimir las manifestaciones pacíficas contra el desabastecimiento y la crisis que vive el país.
“Repudiamos contundentemente que los órganos de seguridad no se apeguen a la Constitución para su actuación debido al uso excesivo de la fuerza. Disparan armas de fuego, disparan a mansalva perdigones, utilizan tacos de madera como municiones y ahogan a la comunidad Ucatense en gas lacrimógeno ignorando embarazadas, personas mayores y asmáticos”, denuncian en un comunicado.
Agregan que “debido a la actuación cobarde y desmedida de los delincuentes uniformados”, decenas de estudiantes fueron heridos y las instalaciones fueron atacadas.
El movimiento estudiantil de la UCAT recalca que los actos violentos son propiciados por la Policía Nacional Bolivariana y la Brigada de Orden Público.
Hacen un llamado al gobernador Vielma Mora para que “cese la infiltración de personas ajenas a la institución que generan actos de violencia y destruyen las instalaciones”.
Además, exigen la liberación inmediata de la ciudadana Emily Ortiz, que presuntamente fue detenida solo por transitar en el lugar de los sucesos.
Los estudiantes tachirenses reiteran que mantendrán la protesta pacífica. “No abandonaremos las calles”, concluye el comunicado.
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