El obispo auxiliar de Caracas, monseñor Jesús González de Zárate, insistió que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) respalda la posibilidad de un diálogo, aun cuando dicen estar consientes de que hay condiciones adversas. Resaltó que para que haya mediación tiene que haber voluntad entre las partes.
La aclaratoria la hizo a propósito de la solicitud de la dirigencia del movimiento estudiantil a la CEV para que facilitara el diálogo con el Gobierno.
«En ningún caso se ha dicho que la CEV se va a poner en el medio y que va a ser como una especie de juez, es una expectativa, pero eso necesita del concurso de las partes implicadas, no he visto que esa sea la expectativa del sector oficial”, dijo
Señaló que es necesario propiciar que todos los sectores se incorporen e incluso dar signos concretos y fuertes de la voluntad de diálogo.
Recordó que quienes han participado en la Conferencia de Paz han hablado con claridad sobre las grandes dificultades y los problemas que se deben enfrentar.
Entre ellos mencionó: «Pasar de un lenguaje de descalificación a otro más propositivo, crear agendas sobre puntos concretos; y aclarar las situaciones difíciles que se ha presentado en los últimos días, sabiendo quiénes son los responsables de las acciones violentas, reconociendo los errores y castigando a los culpables para que el diálogo fluya dentro de la verdad».
Insistió que la posición de la Iglesia es de autonomía e independencia política. «No estamos allí para favorecer ni a unos ni a otros; pero la mediación implicaría unas reglas de juego, unos acuerdos y el reconocimiento mutuo esa es la primera condición de un diálogo pero no es una realidad dada ni construida en nuestro país», resaltó.
Sostuvo que mientras exista el lenguaje descalificador y no se entiendas los roles o las posiciones, «es difícil que luego se lleguen a acuerdos que vayan más allá».
Vía Últimas Noticias