La monarca, no consorte, más longeva del mundo en la actualidad, la reina Isabel II ha pedido, a los líderes de la Commonwealth, reunidos la semana pasadaen Londres en su cumbre bianual, que elijan a su hijo, Carlos de Inglaterra, como su sucesor al frente de la organización.
Esta petición se da por que el puesto no es hereditario, de modo que no pasaría de manera automática al príncipe de Gales al morir la reina.
El asunto de la sucesión lleva un tiempo siendo tratado de manera discreta, según informaba hace unas semanas la BBC, por un “grupo de alto nivel” que revisa la gobernanza del club de países. Se espera que este mismo viernes, los 53 líderes, reunidos en el palacio de Buckingham, tomen una decisión.
“Es mi sincero deseo que la siga ofreciendo estabilidad y continuidad durante las futuras generaciones, y que decida que algún día el príncipe de Gales continúe la importante labor que empezó mi padre en 1949”, ha dicho la reina, en un discurso pronunciado en el palacio de Buckingham.
La primera ministra británica, Theresa May, señaló en su discurso que la institución, integrada por países con vínculos históricos con el Reino Unido, ha vivido a lo largo de su historia «dificultades, éxitos y controversias» y dijo estar convencida del «bien que la Commonwealth puede hacer».