El régimen sirio reanudó los bombardeos contra el último bastión rebelde en Guta oriental, en las puertas de Damasco, dejando al menos 40 civiles muertos, tras una interrupción de diez días y el fracaso de las negociaciones para evacuar a las milicias aún presentes.
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Las divisiones internas de la milicia Jaish al Islam, cuya ala dura rechaza dejar la ciudad de Duma, impidieron concluir un acuerdo para evacuar la región.
Los bombardeos mataron al menos a 40 civiles, entre ellos 8 niños, y 50 resultaron heridos, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
«Los muertos llegan al hospital en pedazos, ni siquiera podemos identificarlos. Hay más de 20 heridos, de los cuales varios están en estado crítico», contó un médico en un hospital local.
Según la agencia oficial Sana, la aviación siria llevó a cabo bombardeos en represalia a «disparos de cohetes» de rebeldes contra «varios barrios residenciales en las inmediaciones de Damasco, que mataron a una persona e hirieron a 15».
Pero un portavoz de la milicia rebelde, Hamza Bayraqdar, negó en una declaración los disparos de cohetes contra un suburbio de Damasco.
En el sureste y este de la ciudad se registraron violentos enfrentamientos entre las fuerzas del régimen y los combatientes de Jaish al Islam, indicó el OSDH.
Agencias