El multimillonario estadounidense de origen sudafricano Elon Musk, empresario e inventor que dirige SpaceX, Tesla y otras empresas de tecnologías punteras, anunció que está creando una serie de equipos para rescatar a los adolescentes que llevan casi dos semanas atrapados en una cueva inundada en el norte de Tailandia.
«Unas buenas noticias de expertos en cuevas en Tailandia: hablamos con ellos sobre el diseño de una cápsula de escape que sea lo suficientemente segura para probarla; también estamos construyendo un tubo inflable con cámaras de aire, es menos probable que funcione porque los contornos son complicados, pero será excelente si funciona», publicó Musk en esta red social.
Previamente, el inventor propuso insertar en la red de cámaras un tubo de nailonde un metro de diámetro, o un juego de tubos más cortos para las secciones más difíciles, e inflarlas con aire como un castillo hinchable.
Doce niños del equipo de fútbol tailandés Los Jabalíes Salvajes y su entrenador se adentraron el pasado 23 de junio en la cueva Tham Luang, la cuarta más larga de Tailandia, y quedaron atrapados a más de cuatro kilómetros de la entrada, debido a una repentina inundación.
Los menores, de 11 a 16 años, y su monitor, de 25, fueron hallados vivos, pero exhaustos al cabo de casi diez días de búsqueda.
Con el alma en vilo, todo el mundo sigue desde entonces la operación de rescate que se desarrolla contra reloj en varios frentes: un grupo se dedica a drenar el agua de la cueva, antes de que las tormentas monzónicas vuelvan a inundarla aún más; un segundo equipo lleva bombonas de oxígeno y demás provisiones vitales a los futbolistas, y les enseñan a nadar y a bucear por si no queda otro remedio; mientras otros buscan en la superficie las vías alternativas para evacuarles de la gruta.