Este lunes, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff ofreció una rueda de prensa en donde explicó que «tiene la conciencia tranquila porque no ha cometido ningún acto ilícito para ser destituida de su cargo».
«No fueron actos practicados para enriquecerme indebidamente (…) Cuando un presidente realiza estos actos administrativos, lo hace basado en una cadena de decisiones técnicas y jurídicas, y entonces ahí el presidente firma esos hechos», dijo.
Apuntó que las acciones por las que se les acusa «no fueron cometidas de forma ilegal».
«Seguiré luchando en todo el proceso para defender ante el Senado y estoy segura que tendré la oportunidad de hacerlo, y en contra de lo que sea anunciado les digo que no ha comenzado el final, sino es el principio de una lucha larga y democrática. No es una lucha exclusiva, es por los 54 millones de votos que recibí, por todos los brasileños, es una lucha por la democracia», apuntó.
Vía UN/www.diariorepublica.com