Bolivia recibe como un héroe a su presidente. Mientras Evo Morales aterrizaba en La Paz en mitad del fervor popular, Rusia criticaba con dureza a Francia, Portugal, España e Italia por retrasar su vuelo de regreso. Morales había acudido a Moscú a una cumbre de países exportadores de petróleo.
El Kremlin ha asegurado que las acciones de estos países “no pueden considerarse amistosas ni con Bolivia ni con Moscú”. Una opinión que también comparte el propio Evo Morales. “Siento que es una abierta provocación al continente y no solo al presidente. No puedo entender que algunos países sean fieles sirvientes obedientes del imperialismo norteamericano.”
Las protestas se han extendido a la embajada de Francia en La Paz, donde se han quemado banderas galas y de la Unión Europea. Son las consecuencias de la indignación provocada después de que varios países denegaran la entrada del avión en el que viajaba Evo Morales en su espacio aéreo, provocando que tuviera que permanecer más de trece horas en el aeropuerto de Viena. Las autoridades sospechaban que el aparato también podía trasladar al ex agente de espionaje estadounidense Edward Snowden.
Vía Euronews