Aunque la comunidad gay puede perder de nuevo la batalla política por lograr que se reconozca, por ley, el matrimonio homosexual, en la práctica su intención de formalizar una unión, con deberes y derechos idénticos a los de las parejas heterosexuales, empezará a regir en dos meses.
Esa sería la consecuencia inmediata del posible hundimiento de la iniciativa en el Congreso, como se espera ante la alianza de ‘la U’ y conservadores para votar en contra. En la noche de este miércoles, la plenaria del Senado decidió aplazar la discusión para el martes. El argumento: no había transmisión por televisión.
Por ser un proyecto de ley estatutaria, necesita mayoría calificada, o sea 51 votos, para que pueda avanzar al tercero de cuatro debates reglamentarios.
Como es imposible, porque debe pasar a control constitucional antes de la sanción presidencial, que antes del 20 de junio se expida una nueva ley sobre el tema, a partir de esa fecha se aplicará lo que ordenó la Corte Constitucional: «Si no se ha expedido la legislación correspondiente, las parejas del mismo sexo podrán acudir ante notario o juez competente a formalizar y solemnizar un vínculo contractual que les permita constituir una familia». (Lea: ‘No es el momento histórico para votar a favor del matrimonio gay’).
En este caso, serán la Superintendencia de Notariado y la Sala Administrativa de la Judicatura las instancias que definirán el nombre legal de esas uniones. Es más, estos organismos ya trabajan en los protocolos que reglamentarán lo que deben hacer jueces y notarios a partir de esa fecha. (Lea sobre el escenario jurídico si se hunde la norma).
«No se van a celebrar matrimonios. Será un vínculo contractual solemne», le dijo a EL TIEMPO el superintendente de Notariado, Jorge Enrique Vélez.
Como ordenó la Corte, Vélez dijo que los notarios no pueden negarse a realizar las ceremonias de uniones entre parejas homosexuales, pero en principio la instrucción es que no utilicen la palabra «matrimonio» en ninguno de los documentos y procedimientos que formalizarán ese trámite legal.
De hecho, ya hay un borrador de un formato similar al usado en los matrimonios civiles, en el que se hace relación expresa de todos los derechos patrimoniales, testamentarios y de seguridad social, así como de los compromisos de solidaridad, acompañamiento mutuo y responsabilidad que se derivan de la unión entre parejas gay.
Esa unión, advierte la Corte, «formaliza el compromiso y torna posible hacer público el vínculo que une a la pareja integrada por contrayentes del mismo sexo, lo que ante la sociedad o el grupo de conocidos o allegados le otorga legitimidad y corresponde a la dignidad de las personas de orientación homosexual que no se ven precisadas a ocultar su relación ni el afecto que los lleva a conformar una familia».
El Gobierno, a través de un comunicado del Ministerio del Interior, reiteró este miércoles su «total compromiso con la defensa de los derechos civiles de las minorías» y consideró «fundamental el debate público abierto y reflexivo».
Angélica Lozano, concejal de Bogotá que apoya esta causa de la comunidad LGBTI, que pudieron intervenir, se declaró sorprendida por el aplazamiento del debate y dijo: «Lo importante es que conocimos lo que piensan los que están en contra». Uno de ellos es el presidente del Senado, Roy Barreras, quien pidió otra figura diferente al matrimonio o si no «votar negativamente».
Corte dijo que ‘son familia’
1. Aunque hace dos años la Corte Constitucional dio plazo hasta el 20 de junio del 2013 para que, si no hay una ley que reglamente las uniones gay, se aplique su sentencia, el Congreso puede legislar sobre la materia después de esa fecha.
2. La ley que eventualmente se apruebe debe tener un piso mínimo: puede darles a esas uniones el nombre de matrimonio o cualquier otro, pero en todo caso los efectos son idénticos a los del matrimonio heterosexual. Aplica incluso el delito de bigamia.
3. Según la sentencia «(…) lo que está fuera de toda duda es la condición de familia que tienen las uniones conformadas por parejas del mismo sexo».
4. La sentencia en ningún caso señala la posibilidad de adoptar. La Corte estudia una tutela que podría dar lugar a ese reconocimiento, independientemente de que haya o no ley sobre el matrimonio gay.
Con Nueva Zelanda, 13 países dan aval
Nueva Zelanda se convirtió este miércoles en el décimo tercer país en el mundo (el primero de Asia-Pacífico) en legalizar el matrimonio homosexual. La Cámara de Diputados aprobó la reforma de la ley que desde 1955 regulaba el matrimonio.
«La ley (anterior) consideraba a los homosexuales como seres inferiores a los seres humanos. El actual texto permite asegurarse de que el Estado no discrimine a ninguna categoría de la población, en función de su orientación sexual», dijo la diputada homosexual y autora de la reforma, Louisa Wall.
Vía El Tiempo