El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, felicitó este viernes al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, quien ganó el Nobel de Paz por buscar acabar con una guerra de medio siglo, y anunció que conversará con el expresidente Álvaro Uribe.
«Extiendo mis mejores deseos en nombre de nuestro país al presidente Juan Manuel Santos por ganar el Premio Nobel por sus valientes esfuerzos para tratar de llevar la paz a Colombia», dijo Kerry a periodistas.
Dedicó a Colombia y a los «millones de víctimas» del conflicto armado de más de medio siglo que azota el país.
«Colombianos, este premio es de ustedes. Es por las víctimas – y para que no haya una sola víctima más, un solo muerto más – que debemos reconciliarnos y unirnos para culminar este proceso, y comenzar a construir una paz estable y duradera», dijo el mandatario en una alocución televisada desde la presidencial Casa de Nariño.
El jefe de la diplomacia estadounidense expresó su esperanza de que el proceso de paz «dé resultado y supere los obstáculos que quedan», luego que un plebiscito el domingo rechazó el histórico pacto alcanzado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas).
«Hablaré más tarde hoy con el expresidente Uribe para tratar de encontrar cómo podemos ayudar a fomentar eso», apuntó.
El miércoles, el enviado especial de Estados Unidos para el proceso de paz en Colombia, Bernie Aronson, viajó el miércoles a La Habana para ayudar a rescatar el acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC.
Uribe, antecesor, exaliado y adversario político de Santos, comandó la campaña por el «No» al acuerdo.
El jefe de Estado contó que su hijo Martín lo despertó «muy temprano» para contarle la decisión del Comité Noruego.
«Agradezco infinitamente y de todo corazón esta honrosa distinción», señaló al enfatizar que recibe el galardón en especial en nombre de los «millones de víctimas» que ha dejado el conflicto a lo largo de 50 años.
Colombia vive una cruenta conflagración interna que ha enfrentado a guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y agentes de la fuerza pública, con un saldo de unos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
Vía Panorama/www.diariorepublica.com