El ex presidente de Colombia y premio Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, respaldado por el grupo de líderes mundiales reunidos en la organización The Elders, ha pedido este martes 2 de febrero al presidente estadounidense Joe Biden que revoque la designación de Cuba como un “Estado patrocinador del terrorismo”, una polémica medida de la Administración de Donald Trump. La inclusión en el último minuto de la isla en la lista negra del Departamento de Estado entorpece retomar la política de acercamiento entre Washington y La Habana, como proyecta el mandatario demócrata.
“Rechazo inequívocamente la decisión de la Administración estadounidense anterior de redesignar a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. El presidente Biden debería comenzar de inmediato el proceso de revisión para revocar esto”, expresó el ex mandatario colombiano en unas declaraciones recogidas por The Elders, la organización fundada por el sudafricano Nelson Mandela en 2007, según informó El País de España.
“Cuba debe ser aplaudida por la función crucial que desempeñó para ayudar a poner fin a décadas de conflicto y facilitar la reconciliación en Colombia, y no enfrentar sanciones por haberlo hecho. Los países que facilitan los procesos de paz merecen nuestro agradecimiento y reconocimiento”, señaló el también merecedor del Nobel de Paz por el acuerdo que selló a finales de 2016 con la extinta guerrilla de las FARC, hoy desarmada y convertida en un partido político en el país neogranadino.
Colombia está, al menos parcialmente, detrás de la decisión contra Cuba. El secretario de Estado saliente, Mike Pompeo, justificó los pasos previos a su decisión del pasado 11 de enero, a pocos días de la posesión de Biden, en un repetitivo reclamo del Gobierno de Iván Duque, el sucesor de Santos. A Bogotá le irrita la negativa de La Habana a extraditar a un grupo de comandantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa en Colombia.
Como ya lo había hecho con los diálogos con las FARC, la isla albergó las negociaciones del Gobierno del país andino con el ELN, que se rompieron en enero de 2019 tras el atroz atentado de los rebeldes contra una escuela de cadetes en Bogotá. Cuba se ha negado a enviar a la cúpula negociadora de la guerrilla amparada por los protocolos de ruptura que había firmado el Estado colombiano, lo que ha elevado la tensión entre las dos capitales latinoamericanas.
“Los negociadores del ELN habían recibido garantías formales de un regreso seguro, de acuerdo con los protocolos estándares para las negociaciones de paz, que el Gobierno cubano debe defender”, destaca The Elders en su informe, fechado en Londres.
Por otra parte, el chileno Ricardo Lagos y el mexicano Ernesto Zedillo son algunos de los ex mandatarios que forman parte del grupo, así como Ban Ki-moon, ex secretario general de la ONU. La organización, actualmente presidida por la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson, ha respaldado en distintos momentos el proceso de pazventre el Gobierno colombiano y las FARC.
Los otros arquitectos del histórico acuerdo con esta agrupación guerrillera, los negociadores Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo, ya habían defendido el papel de Cuba como garante de este pacto. Lo que está en juego no es solamente un eventual acercamiento con el ELN o las relaciones de Estados Unidos con la isla, “sino la posibilidad misma de llevar a cabo negociaciones de paz”, advirtieron el mes pasado en una declaración en la que reconocían y agradecían la generosidad y el profesionalismo que desplegó el Gobierno cubano a favor de la paz de Colombia.
Vía El Universal/Diario República
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