Los cadáveres baleados de 12 hombres fueron localizados en la madrugada del lunes dentro de una camioneta en el violento estado de Sinaloa (noroeste), considerado la cuna del narcotráfico en México, informó la fiscalía estatal.
La policía halló los cuerpos en la caja y la doble cabina del vehículo sin placas en el municipio de San Ignacio y comprobó que todos tenían «lesiones por arma de fuego», dijo a la prensa el procurador de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez, informó AFP.
Los hombres ultimados presentaban también señales de tortura y seis de ellos iban vestidos con ropa negra y chalecos tácticos para combate, añadió el funcionario, que no descartó que se trate de sicarios de algún cártel del narcotráfico.
Aunque varios familiares han acudido a identificar los cuerpos, se esperará a verificar las huellas digitales de las víctimas para confirmar sus identidades, precisó.
Integrantes de Los Zetas, acérrimos enemigos del poderoso cartel de Sinaloa que domina ese estado con costas en el Pacífico, acostumbran a usar uniformes negros en sus acciones armadas.
Los cadáveres fueron encontrados en una localidad cercana a Mazatlán, el balneario donde marinos capturaron en febrero a Joaquín «El Chapo» Guzmán, que hasta ese momento era el líder del cartel de Sinaloa y el narcotraficante más poderoso del mundo.
EFECTOS DE LA CAPTURA DE EL CHAPO
«Sentimos que la detención de El Chapo ha provocado un reacomodo en los grupos delincuenciales» del estado, estimó el procurador Higuera Gómez reforzando las declaraciones que dio la semana pasada el gobernador de Sinaloa, Mario López Valdez.
El arresto de Guzmán fue el mayor golpe al cartel más grande de México y gran exportador de cocaína, marihuana y opio a Estados Unidos, que habría quedado en manos de su número dos, el veterano capo Ismael El Mayo Zambada, reservando también un papel a dos hijos de El Chapo, según funcionarios de seguridad estadounidenses.
Desde la captura de Guzmán, que logró fugarse de prisión en 2001 y actualmente se encuentra internado en una cárcel de alta seguridad cercana a la Ciudad de México, la violencia ha recrudecido en el norte y noroeste del país.
«Nosotros esperábamos que la cosa fuera peor desde esa detención y sí se nos ha recrudecido (la violencia), pero pronto queremos tomar el control de nuevo», afirmó a finales de mayo el gobernador de Sinaloa prometiendo una revisión de la estrategia de seguridad para ese estado natal de conocidos narcotraficantes.
Hace dos semanas, tres presuntos operadores del cártel de Sinaloa estrechamente vinculados a El Chapo lograron escapar de la cárcel de Culiacán, capital del estado, a través de un túnel de casi medio kilómetro que hicieron construir desde fuera del penal.
Entretanto, el sábado pasado fue detenido Juan Carlos López López, presunto lugarteniente del cártel de Sinaloa en el vecino Chihuahua, parte de una importante ruta de trasiego de droga hacia Estados Unidos.
Expertos han estimado que la detención de Guzmán podría hacer que grupos rivales quieran entrar en el negocio, pero debido a la debilidad de Los Zetas por la captura de su líder y de otras organizaciones minadas por arrestos, abatimientos y guerras internas, el de Sinaloa seguiría siendo la organización criminal más poderosa de México.
Las acciones de venganza entre las organizaciones criminales y la estrategia militarizada contra ellas lanzada en 2006 por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) han dejado más de 80.000 muertos y miles de desaparecidos en México.
Agencia AFP/www.diariorepública.com