El Gobierno colombiano y las FARC retomaron hoy el proceso de paz con el reinicio de las negociaciones, lo que supone pasar la página después de la crisis desatada por el secuestro del general Ruben Darío Alzate, que derivó en la suspensión de los diálogos, episodio que eludieron comentar.
La única mención a la mayor crisis que ha vivido el proceso en dos años vino de la mano del jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, quien señaló que la reanudación de los diálogos «hace patente que han quedado atrás los acontecimientos de las últimas semanas que generaron las dificultades que el país conoce».
Asimismo, el exministro dijo que no es cierto que Iván Márquez fijara unas condiciones para continuar con los diálogos, puesto que en días pasados Uribe publicó un supuesto condicionamiento que habría realizado el equipo negociador de las Farc, encabezado por Iván Márquez, para reanudar las negociaciones.
“Ni siquiera fue planteado por las Farc lo señalado por el senador Uribe y si hubieran planteado esas condiciones no lo hubiésemos aceptado”, señaló De la Calle.
Y agregó: “Si las iniciativas que difunde el trino del senador corresponden al pensamiento de las Farc este hecho no compromete en absoluto a la delegación del Gobierno”.
Se trata de ocho condiciones entre las que se encuentra quitarles el título de terroristas a las Farc. En la arena del combate, lo que podría obedecer a la intención de desescalar el conflicto, plantean que las Fuerzas Militares suspendan los bombardeos, no realizar operaciones contra objetivos de alto valor como ataques a campamentos donde se encuentren cabecillas de la guerrilla y disminuir las brigadas móviles y las unidades de combate terrestre.
Vía Agencias – EE / www.diariorepublica.com