A lo largo de los años han circulado muchas leyendas sobre el supuesto paradero de los huesos del hombre que inspiró la película ‘Handia’.
Han sido muchas las leyendas que rondaban sobre el supuesto paradero de los restos de Miguel Joaquín Eleizegui, conocido popularmente como el ‘Gigante de Altzo’. Pero ahora, las dudas han quedado disipadas tras el hallazgo de unos huesos en el cementerio de la localidad guipuzcoana. Después de tantos años, finalmente se descubre que el hombre que inspiró al protagonista de ‘Handia’ descansa en el pequeño pueblo en el que se crió.
Fue este domingo, 16 de agosto cuandola Sociedad de Ciencias Aranzadi descubrió en el cementerio de la localidad guipuzcoana de Altzo los restos óseos del conocido como ‘Gigante de Altzo’, que se creían desaparecidos, y que serán presentados en la jornada de este lunes en rueda de prensa, según se ha informado en una nota.
Aranzadi dio inicio días atrás, a un proceso de investigación para saber si los restos de Migel Joaquín Eleizegui Arteaga continuaban depositados en el cementerio de Altzo Azpi de la localidad guipuzcoana donde fue enterrado.
El trabajo conjunto entre el Ayuntamiento de Altzo y Aranzadi ha sido llevado a cabo por un equipo dirigido por el forense Francisco Etxeberria y ha permitido así el hallazgo de los restos de Ateaga (1818-1861), un hombre que padecía la acromegalia (enfermedad de gigantismo) por lo que llegó a medir 2,40 cm de alto. Debido a su colosal altura, fue exhibido en espectáculos en varios países europeos y que llegó a ser presentado a Isabel II en España y a la reina Victoria en el Reino Unido, según reseña Efe.
Este personaje y su vida, han dado lugar a muchas historias e incluso a una película, titulada ‘Handia’ (2017) — ganadora de once premios Goya en 2018 —, dirigida por Aitor Arregi y Jon Garaño basada en la historia real del Gigante de Atzo. Además de algunos libros sobre su vida.
Asimismo, se pudo constatar que su acta de defunción indicaba que fue enterrado en el cementerio de la Iglesia San Salvador en Altzo Azpi aunque se desconocía si se encontraban todavía depositados en el lugar después de casi 160 años, o si por el contrario, como afirmaban algunos rumores, sus restos fueron robados con algún deshonesto fin.
Se había manejado la hipóstesis, que tras morir a los 41 años su cuerpo fue vendido a un anatomista, y también que sus restos fueron robados de la sepultura familiar en Altzo, a lo que se confirma que esos rumores han sido falsos.
Vía El Confidencial/Diario República www.diariorepublica.com