El papa Francisco hizo un enérgico llamamiento en favor de los inmigrantes africanos, y se refirió especialmente a aquellos que se ahogaron tratando de llegar a Europa.
En una alocución que hizo frente a miles de personas durante su visita a la isla italiana de Lampedusa, el sumo pontífice deploró lo que llamó la globalización de la indiferencia en el mundo.
Francisco denunció a los contrabandistas que lucran transportando a inmigrantes desesperados hacia Italia en botes repletos de gente.
Nadie, dijo, acepta la responsabilidad por la muerte de miles de indocumentados.
Lampedusa, situada a 205 kilómetros de Sicilia y a sólo 113 de las costas del norte de África, es la puerta de entrada para muchos inmigrantes en Europa.
La visita del papa constituye su primer viaje oficial fuera de Roma desde su nombramiento en marzo.
Vía BBC Mundo