Los candidatos de la presidenta Cristina Fernández se encaminaban a una derrota el domingo en las primarias para los comicios legislativos de octubre, obstaculizando una eventual reforma constitucional que habilite a la mandataria a presentarse en las elecciones generales del 2015.
Resultados iniciales oficiales mostraron que los candidatos oficialistas fueron superados por opositores en los principales distritos de Argentina, como las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza, y la Ciudad de Buenos Aires.
Las primarias son consideradas como un gigantesco sondeo de cara a las elecciones legislativas del 27 de octubre, porque permiten medir la popularidad del Gobierno y verificar si los aliados de la presidenta Fernández cuentan con fuerza suficiente para intentar una reforma constitucional que la habilite a competir por una nueva reelección.
En la clave provincia de Buenos Aires, hogar de un 40 por ciento de la población argentina, la lista liderada por el opositor Sergio Massa aventajaba por 4 puntos porcentuales a los postulantes respaldados por Fernández, contabilizadas casi un 10 por ciento de las mesas de votación.
«La victoria de Massa sería definitivamente positiva para el mercado», dijo a Reuters Alberto Bernal, jefe de investigación y socio en la firma Bulltick, quien pronosticó un alza de los bonos argentinos si se confirma la victoria opositora.
Unos 30,5 millones de personas estaban habilitados para votar y, según el Gobierno, más de 70 por ciento concurrió a las urnas.
La atención está puesta en el resultado de la provincia de Buenos Aires debido a que es el mayor distrito del país. Allí, una facción peronista opositora lanzó la candidatura a diputado de Massa, un popular alcalde favorable a políticas amistosas con el mercado.
Massa se imponía sobre el principal candidato oficialista, Martín Insaurralde, otro alcalde de una populosa ciudad de la periferia de Buenos Aires a quien Fernández ha acompañado en sus actos de campaña.Massa, ex jefe de Gabinete en la primera presidencia de Fernández, centró sus ataques al Gobierno en cuestiones como la alta inflación en el país, la elevada carga tributaria y la creciente violencia urbana.
Otros candidatos pusieron su atención en las denuncias de corrupción contra el Gobierno.La postulación de Massa fue lanzada en un momento turbulento para el oficialismo, afectado por una mayor debilidad de la economía tras años de auge y por mayores resistencias dentro del peronismo a la política económica intervencionista de Fernández.
«Estas elecciones deben ser vistas como encuesta más amplia de cara a las elecciones legislativas de octubre y un barómetro del apoyo popular al modelo actual de política heterodoxa», dijo a Reuters Alberto Ramos, analista senior en Goldman Sachs.
«Probablemente vamos a estar viendo un nuevo Gobierno en el 2016 y el mercado estará tratando de identificar quién emerge de estas elecciones con más apoyo político y quién podría ser un candidato viable para suceder al actual Gobierno», agregó.
Según Ignacio Labaqui, analista de Medley Global Advisors en Buenos Aires, los candidatos oficialistas posiblemente no alcancen el 40 por ciento de los votos a nivel nacional, lo que podría ayudar a impulsar los precios de los activos financieros argentinos.
«Un voto por debajo del 40 por ciento para el FPV (Frente Para la Victoria, la facción peronista de Fernández) podría ser positivo en el mercado, al indicar la posibilidad de un cambio político en el 2015», dijo una nota de investigación de Barclays.
Fernández obtuvo casi un 54 por ciento de los votos al ser reelecta en el 2011. Desde entonces, una aceleración de la inflación que supera el 25 por ciento anual según economistas privados, un impopular control de cambios para mitigar una fuga de capitales y una economía que pasó del auge a una desaceleración brusca dañaron la confianza de los consumidores y la inversión.
La mandataria necesitaría una reforma de la Constitución -que requiere de mayoría calificada en el Congreso- para competir por un nuevo mandato, ya que fue reelecta en el 2011 y la actual Carta Magna veta la posibilidad de cumplir tres períodos presidenciales consecutivos.
Los encuestadores ven muy improbable que Fernández obtenga en el Congreso una mayoría suficiente para avanzar en una reforma constitucional.
La presidenta ha dicho que no persigue «perpetuarse en el poder», pero sus seguidores no se cansan de repetir que la Constitución debería reformarse para permitirle un tercer período presidencial.
La mandataria deberá entregar el poder en diciembre del 2015.El analista político Jorge Daniel Giacobbe dijo que después de los comicios de octubre comenzará el momento de la transición hacia un nuevo Gobierno.
«Si ellos quieren intentar otra reelección lo van a hacer, no importa el resultado de las elecciones», dijo. «Pero yo no creo que el ‘kirchnerismo’ vaya por una reelección, no importa los votos que saque. No hay sustento social para eso», agregó.En los comicios de octubre se renovarán 24 bancas en el Senado -un tercio del cuerpo-, y la mitad de los 257 asientos de la Cámara de Diputados.Según analistas, un desempeño mediocre de los candidatos del Gobierno en los comicios también podría posicionar favorablemente al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli -un aliado crítico de Fernández-, como candidato presidencial del peronismo oficialista en el 2015.
Otros posibles candidatos a la presidencia son el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el empresario Mauricio Macri; el socialista ex gobernador de Santa Fe Hermes Binner; y el gobernador de Córdoba, el peronista José Manuel de la Sota.Scioli, como Massa, es visto como favorable a políticas económicas ortodoxas. Pero a diferencia de Massa, Scioli ha estrechado su relación con Fernández tras el crecimiento electoral del ex jefe de Gabinete en la estratégica Buenos Aires.
Agencias