La protesta frente a la Delegación de Gobierno de Cataluña ha degenerado este domingo por la noche en altercados. Hacía tiempo que Barcelona no vivía una situación así. Los disturbios se han trasladado de los alrededores de la Delegación del Gobierno en Cataluña al paseo de Gràcia, donde han cruzado y quemado varios contenedores en plena vía.
Pasadas las 22.00 horas, los Mossos d’Esquadra han logrado dispersar los alrededores de la Delegación del Gobierno, tras más de cuatro horas de una tensa concentración convocada por los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) para protestar por la detención de Puigdemont. Durante la tarde, la policía autonómica ha detenido a tres personas. A última hora, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) informó de que había atendido en total a 87 personas: 79 en las protestas de Barcelona, 13 de ellos agentes de los mossos, siete en las de Lleida y uno en Tarragona.
Todos los atendidos tenían un pronóstico leve.
Tras varias cargas para mantener el cordón policial, los Mossos han efectuado cargas con el apoyo de furgonetas de los antidisturbios, con lo que han podido dispersar los alrededores del edificio gubernamental. Los independentistas se han replegado entonces en pequeños grupos en el paseo de Gracia y calles adyacentes, donde los Mossos han cortado el tráfico.
En esa céntrica avenida, así como en vías adyacentes como la calle Valencia, los seguidores de los CDR han cruzado varios contenedores para impedir el paso de las furgonetas policiales, a las que algunos jóvenes arrojan botellas de vidrio, ante lo que los antidisturbios bajan del vehículo y cargan para dispersar, en escenas que se van repitiendo en toda la avenida. Algunos manifestantes también han cortado la Diagonal, a la altura de paseo de Gràcia, y han quemado algunos contenedores.
El País