Un tren Alvia se descarriló en la entrada a la estación de Santiago de Compostela. Se trata de la línea que une Madrid y Ferrol y al menos 60 cadáveres se encuentran esparcidos alrededor de la vía cubiertos con mantas, según ha confirmado oficialmente Renfe. Todos los vagones del tren permanecen volcados a la altura del viaducto de la AP-9 en Angrois y servicios de emergencias y bomberos se desplazan al lugar del accidente, en la entrada a la capital de Galicia desde el sur. El antepenúltimo vagón está destrozado. Dos pasajeros del tren accidentado, uno con un collarín y el otro ileso, relatan que sintieron como el tren tomaba la curva; lo siguiente que recuerdan es que estaban en el suelo «rodeados de muertos». Testigos presenciales describen escenas dantescas y temen que la cifra de personas fallecidas pueda elevarse. Los heridos se cuentan por decenas. Al lugar acaba de llegar una grúa gigante para mover los restos de los vagones, entre los que se encuentran todavía personas atrapadas que están siendo rescatadas por los equipos de emergencias.
El suceso se produce en el comienzo del puente del Día de Galicia y en la noche donde Santiago vive su fiesta grande, unos actos que ya han sido suspendidos. El tren, en el que viajaban unas 240 personas, ha descarrilado en la curva más cerrada del trayecto entre Ourense y Santiago, una vía preparada para el AVE pero por la que aún no circulan trenes de este tipo. El Alvia es el ferrocarril más veloz que la atraviesa. La máquina de atrás del tren accidentado está ardiendo y otro de los vagonees voló sobre un talud a cinco metros de altura y 15 de distancia de la vía.
«¡Cuánta gente muerta hay aquí, dios mío!», acaba de clamar una vecina de la zona a través de la Radio Galega. Mari, una vecina del barrio que se encontraba tendiendo la ropa cuando se produjo el siniestro, afirma, en declaraciones a la Cadena SER, que oyó una enorme explosión y después «un torpedo enorme de polvo y ruido». «Eché a correr», afirma, conmocionada. Ella y el resto de residentes en esta zona de Santiago se han volcado para ayudar en las labores de atención a las víctimas del mortal choque.
Vía ElPaís