El expresidente de Siria Bashar al-Assad (2000-2024) aseguró este lunes que no pensaba renunciar ni pedir asilo durante los días de la ofensiva de la oposición armada que culminó con el cambio de poder en ese país árabe.
Durante aquellos sucesos, ni yo ni nadie más planteó el tema del asilo o la renuncia», declaró al-Assad en un comunicado publicado por su oficina en redes sociales.
El exmandatario recalcó que permanecía en Damasco «cumpliendo con sus deberes hasta la mañana del 8 de diciembre», sin tener planes de abandonar el país.
Según al-Assad, cuando las fuerzas opositoras entraron en Damasco, se desplazó a Latakia «en coordinación con los aliados rusos para supervisar las operaciones de combate» y solo se enteró de la caída de la capital al llegar a la base aérea rusa de Hmeymim.
Ya que él no pudo abandonar el recinto, prosiguió el expresidente, Rusia exigió que el comando de la base organizara su evacuación inmediata a Moscú en la tarde del 8 de diciembre.
Esto ocurrió un día después de la caída de Damasco, después de que el Ejército colapsara y todas las instituciones estatales restantes quedaran paralizadas», señaló.
Al-Assad aseveró que no abandonó al pueblo ni al ejército sirio y prometió proporcionar más información sobre los acontecimientos que propiciaron su partida cuando las circunstancias lo permitan.
El pasado 27 de noviembre, una amplia coalición de grupos armados de la oposición siria lanzó una ofensiva sorpresa a gran escala contra el Ejército regular desde el noroeste del país.
En menos de dos semanas, las fuerzas antigubernamentales se hicieron con el control de varias ciudades importantes como Alepo, Hama y Homs y entraron el 8 de diciembre en la capital, Damasco, donde proclamaron la caída del presidente Asad.
El exmandatario huyó a Rusia, que le concedió asilo por motivos humanitarios. Bashar al-Assad ejercía la presidencia desde el año 2000, tras la muerte de su padre, Hafez al-Assad (1930-2000), que había gobernado Siria durante las tres décadas anteriores.
La ofensiva relámpago contra al-Assad fue liderada por el grupo Hayat Tahrir al Sham (HTS, anteriormente Frente al Nusra, organización prohibida en Rusia por terrorista).
Muchos países expresaron su preocupación por la situación en Siria, instando a todas las partes a garantizar la seguridad, la integridad y la soberanía del país, así como a iniciar un diálogo nacional con la participación de todos los sectores que conforman la sociedad siria.
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Via EFE/Diario Republica