Una mujer de 47 años de edad, originaria de Detroit, está en rehabilitación luego de una terrible adicción al té.
Sudhaker Rao, jefe del departamento de metabolismo óseo y mineral en el Hospital Henry Ford, explica quela mujer bebió unas 100 tazas de té al día durante los últimos 17 años.
La paciente perdió todas sus piezas dentales e incluso al llegar al hospital, los médicos pensaron que ella padecía algún tipo de cáncer. Luego de hacerle más estudios se percataron que de lo que sufría era de una sobredosis de fluoruro.
“Entre las bebidas que contienen fluoruro, el té destaca por sus altos niveles de esta sustancia, no obstante, se trata de una pequeña cantidad por bolsa, lo que no lo hace peligroso de beber. Pero si se abusa del consumo del té, entonces el riñón no es capaz de excretar la sobrecarga de fluoruro”, afirmó Rao.
El doctor dijo que el esfuerzo de la paciente ha sido muy importante, al detectar sus síntomas, asistir al hospital para recibir atención médica y sobre todo a sus ganas, que le han permitido disminuir en pocos meses la cantidad de té que bebía diariamente.
“Algo bueno de entre lo malo, es que ahora ella tiene los huesos más fuertes que nuca, probablemente nunca se le rompa uno”, afirmó el médico.
Aunque ahora la adicta al té está mucho mejor, aún tiene mucho dolor en los huesos. Pero para sorpresa de sus médicos, ahora la mujer ha empezado a engancharse con otra bebida: Coca-Cola light.
El fluoruro llega a las hojas de té a través de la tierra, luego entonces esto llega a las bolsitas de té que compran las personas en el supermercado.
Vía Agencias