Un monumento a todos aquellos niños que no llegaron a nacer, es el tema de una obra artística que podría quebrar de llanto al más recio.
La escultura se llama “The child who was never born” (el niño que nunca nació) y está en Eslovaquia. La idea de hacer dicho monumento surgió de un grupo de jóvenes madres y el trabajo es una obra de Martin Hudáčeka.
Como siempre, ante una imagen así sobran las palabras, pero no puede negarse que genera muchas emociones a cualquiera que pase un rato mirándola.
Sobre su significado o la motivación de crearla, hay quien dice que viene a mostrar el dolor de una mujer que se sometió a un aborto voluntario, aunque también puede ser interpretada como una pérdida de un embarazo en sus últimos días.
Una mujer llorando por un hijo que habría querido tener y que no nació. Un aborto involuntario, un embarazo que no llegó a término, un parto que no acabó bien,… También puede verse a una mujer arrepentida por haber abortado.
Agencias/Umamanita.es