Jesús Flores es un joven de 21 años amante del arte y además es la estatua viviente que cautiva a grandes y pequeños en las inmediaciones de la histórica Plaza Baralt de Maracaibo.
Desde temprano se instala diagonal a la estatua pedestre del ilustre zuliano bañado de plata y escarcha para ganarse honradamente su pan.
Este joven humilde nacido en el hospital Adolfo Pons sueña con los próximos días pues entrará a estudiar artes en la centenaria Universidad del Zulia.
Desde que se planta en su actuación diaria, niños, jóvenes y adultos se fotografían con él y sueltan uno que otro billete en agradecimiento por la gráfica o por los minutos de actuación y malabares que ejecuta a la perfección.
Esta es una de las pocas muestras de arte que se presentan en la icónica plaza que anted fue epicentro de la intelectualidad marabina.
Redacción/Diario República