«Las enfermeras me preguntaron si estaba embarazada y yo respondí que no», confirmaba la mujer.
Una joven británica de 28 años dio a luz de forma repentina cuando acudió a un hospital con dolores y sin mostrar síntomas de embarazo, informa el diario Mirror.
Tasha Davies asegura que no tuvo vómitos ni interrupción de la menstruación, por lo que achacó su aumento de peso al confinamiento. «Estuve trabajando muchas horas desde casa durante el aislamiento, comí mucho y no fui al gimnasio, ni hice ningún ejercicio», explica la fémina.
Una hora antes de dar a luz, la mujer acudió al hospital quejándose por dolores abdominales intensos. «Las enfermeras me preguntaron si estaba embarazada y yo respondí que ‘no'», relata Davies. Sin embargo, cuando le dijeron que tenía que hacerse una prueba, se dio cuenta «de que realmente era posible», añade. «Estábamos en un ‘shock’ absoluto cuando llegó», confiesa la mujer. Davies dio a luz a un niño que pesó 4,28 kilos al nacer y al que han llamado Alexander.
Tres días antes del nacimiento, Tasha Davies y el padre del niño, Martin Hern, compraron una casa. «Me fui a la cama y pensé que iría por el lavaplatos mañana», asegura el padre. «Pero, en cambio, fui al hospital y me enteré que iba a tener un niño», añadió al medio inglés. Mientras Davies estaba en el hospital, él compró ropa de bebé, pañales y todo lo necesario para un recién nacido después del nacimiento.
Simón Sánchez
www.diariorepublica.com Con Información de RT/Diario República