Para muchos el nombre de Mario Kreutzberger no es muy conocido, pero si hablamos de Don Francisco seguramente sabrás que se trata de uno de los animadores de la televisión latinoamericana y de Estados Unidos más conocido, que luego de 53 años realizando el programa Sábado Gigante, este fin de semana llega a su fin, al manifestar que no tiene la misma fuerza de años anteriores.
«Durante los años que pasaron, que son 53, Mario Kreutzberger creció 53 años, pero Don Francisco creció como 15», explica Kreutzberger, en los estudios de Univisión, el canal hispano líder en Estados Unidos que transmitió semanalmente el programa desde que el presentador lo trasladó a Miami desde su Chile natal hace tres décadas.
El jovial y cariñoso animador no sólo logró una de las mayores audiencias del mundo, sino que se lleva el record Guinnes como el show con la mayor longevidad.
A pesar de haber decidido su jubilación Don Francisco manifestó en una entrevista que aún no está listo para que el personaje diga adiós, porque eso equivaldría «a morir».
«Don Francisco tiene que mostrar ante el público que no está cansado, que no tiene angustias, que no tiene problemas, que no paga impuestos, en cambio Mario hace todo eso y además le entrega combustible a Don Francisco. Y pasando los años cada vez Mario le tiene que entregar más combustible a Don Francisco», admite.
A lo que agregó «Estoy tranquilo y nervioso, porque tendré que comenzar un nuevo ciclo de vida distinto y para eso tengo que prepararme emocional y mentalmente», dice. Voy a extrañar «todo», porque el programa se convirtió en un «traje a su medida», asevera.
Pero se rehúsa a despedir a Don Francisco. «Sería morir, sería colgar el alma», afirma.
«Sábado Gigante» deja una huella no solo entre el público hispano, sino en la televisión en general, dice Kreutzberger.
«Yo creo que deja una universidad de entretenimiento, que seguramente va a sufrir modificaciones, pero que tiene un trabajo largo y muy estudiado de cómo informar, orientar, entretener y hacer reír y llorar al mismo tiempo a través de un programa de televisión», resume.
Por lo pronto, disfrutará de mayor tiempo con su familia: su esposa de 53 años, tres hijos y nueve nietos. Y ya tiene pensado su nuevo pasatiempo: escribir.
Redacción www.diariorepublica.com