Los Wizards de Washington tuvieron una en ambos costados y gracias a ello pudieron superar a los Celtics de Boston de punta a punta, con cómodo marcador de 104-91.
Más allá del gran rendimiento de los locales, la historia del brillante actuación en un partido que terminó siendo la imagen pálida que dejó la actuación de Boston. Un equipo desconocido, sin energía, sin juego colectivo y sobre todo, sin concentración. Los de Boston llevan una racha negativa de cuatro derrotas en sus últimos cinco partidos y tienen ahora marca de 13-13, según detalló el sitio web nba.com.
El partido de los Celtics fue muy flojo en los dos bandos. En defensa no cedieron ninguna seguridad y tuvieron errores de enfoque importantes, especialmente a la hora de marcar sin el balón. Jugadores perdiendo a sus marcas, retrocesos sin velocidad en la transición, errores en las ayudas. De todo un poco.
El escolta Bradley Beal fue quien más aprovechó esa flaqueza del rival, terminando con 35 puntos y un 10-18 de cancha. De hecho, Washington probablemente hubiera tenido una ventaja más importante, de no ser por un Russell Westbrook empecinado y tomando muy malas decisiones. El base de los Wizards lanzó un 6-19 de campo y fue uno de los pocos puntos bajos de un equipo que funcionó muy bien en todo el pasaje.
Lo de Westbrook es una situación que si los Wizards quieren cambiar su 2020-2021, tendrán que afrontar. El base entró a este encuentro con un porcentaje de uso del 31%, cifras dignas de una súperestrella. Pero su falta de eficacia es muy grande y perjudicial para los capitalinos: su true shooting percentage aparece 45 entre los 46 jugadores que promedian 15 o más lanzamientos en esta temporada.
En algún momento Westbrook deberá comprender que ya no es el jugador de antes y plantear cambiar su rol. O más allá de esta victoria, Washington seguirá en el fondo de la tabla en el tabloncillo de élite.
Vía EU/Diario República
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