Serena Williams ganó de manera contundente a Maria Sharapova por 6-2 y 6-4, en 1 hora y 19 minutos, y disputará su octava final de Wimbledon, esta vez frente a la hispanovenezolano Garbiñe Muguruza. La estadounidense encadena 27 partidos ganados en torneos del ‘Grand Slam’ gracias a sus victorias en el US Open, Australia, Roland Garros y la final de Wimbledon.
Serena no dejó que su rival rusa entrara en ningún momento en el partido. Gran parte de culpa la tiene su majestuso servicio, con puntas de 197 kilómetros por hora. Sharapova no tuvo una sola opción de ‘break’ mientras que Serena rompió tres veces el saque de la rival.
«Estoy muy contenta de estar otra vez en la final de Wimbledon. Yo creo que Sharapova jugó bien y no fue tan fácil como lo que enseña el marcador. Es bueno para ella estar en una gran final y ella me hizo mejorar cuando me derrotó el año pasado en la segunda ronda de Roland Garros».