El delantero caraqueño Salomón Rondón detalló que “la vida en Caracas no es vida(…) He vivido en Caracas pero como jugador nunca trabajé allí, sino en una ciudad cercana, porque me daba la oportunidad de respirar. La capital es un caos. Y ahora es peor”.
La afirmación la realizó en una entrevista al diario The Guardian, en la que manifestó vivir preocupado por su familia y su seguridad. “Mi familia está en Caracas y me preocupo por ellos; hablo con ellos todos los días, para saber si están bien. Estoy siempre mirando las noticias en Twitter, esperando a ver si ha pasado algo.”
Reveló que siempre trata de mantener oculta a su familia para no exponerlos “Si estoy con ellos, es siempre en casa. Nunca salimos, y me tengo que esconder cuando entro. Trato de no llamar la atención en absoluto cuando los visito. Ellos están orgullosos de lo que hago y los ayudo como pueda, pero prefiero tenerlos vivos y hacer ese sacrificio. No quiero que nadie sepa quiénes son mis hijos y mi mujer. Hay riesgo de que los secuestren, y no quiero que corran ese peligro.”
Sobre la Federación Venezolana de Fútbol
Rondón prefiere no hablar en profundidad de la complicada situación política y económica en la que está sumida Venezuela pero, como ya lo había hecho en una entrevista con AS.com, se animó a pedir cambios drásticos en la Federación Venezolana.
Tras renunciar junto a 15 jugadores de la selección por diferencias con los dirigentes y el técnico, el delantero decidió volver para disputar los partidos ante Perú y Chile por las eliminatorias sudamericanas, porque “es mi país, algo que me ha hecho soñar, amar, llorar, y que he querido toda mi vida”.
“Mantengo mi posición: la directiva de la federación debería renunciar. Las personas que dirigen nuestro fútbol han hecho daño de todas las formas posibles. El fútbol debería ser una de las cosas más hermosas de nuestro país, pero hay temas que no se han manejado bien por parte de la federación. Uno de sus representantes está detenido en los Estados Unidos enfrentando cargos de corrupción. Tiene que haber un cambio.”
“No tengo poder, pero sí soy alguien que puede transmitir un mensaje, aunque llegados a este punto, los jugadores no podemos cambiar la federación. Tenemos una generación dorada de futbolistas; nunca hemos tenido tantos afuera, 25 ó 30, es algo histórico. Somos el motor de cambio para una federación que le ha hecho muchísimo daño a nuestro fútbol.»
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