Una serie de problemas impidieron que Rodolfo “Speedy” González y su equipo Marussia lograran una buena puesta punto de los bólidos que serán utilizados este domingo en el Gran Premio de Estados Unidos de la Fórmula Uno en el circuito de Austin.
Las practicas libres sufrieron este viernes una serie de tropiezos en cadena, los cuales opacaron el brillo y emociones que estas jornadas siempre deparan.
“Tenía muchas expectativas, desde el momento que me dijeron en la pista que iba a manejar en la primera prueba, que es una pista desconocida para mi, y ni siquiera había hecho simulador que por lo general se hacen dos días antes de la carrera”, comentó el volante criollo.
“Sin embargo así salimos a rodar para reconocer la pista, teníamos problemas con el motor y el equipo me indico que debía manejar para descubrir que pasaba, esta prueba fue catastrófica así lo indico el equipo ya que los frenos y el motor no estaban rindiendo, y al final empezó a echar humo el carro y resulto que una válvula se quemó”, agregó.
Antes, la aparición de neblina en el sector del circuito de Austin impedía iniciar las acciones y luego el helicóptero que utilizan los médicos de pista se retrasó en su llegada, lo que produjo una espera obligada. Sin su presencia no podía arrancar el evento, por lo tanto, eso complicó el desarrollo de las actividades que sufrieron un recorte en su duración y cambio de estrategias.
En total el piloto criollo cumplió 12 recorridos productivos, en los que recopiló datos precisos sobre el comportamiento de la máquina en rectas y curvas, pese a que también los frenos confrontaron problemas. Las tandas de clasificación son este sábado y la carrera el domingo, donde el venezolano, por ser el piloto reserva, debe estar listo para suplir a los titulares Jules Bianchi o Max Chilton por cualquier eventualidad.
Nota de prensa