Fintas, combinaciones al primer toque, paredes regates, el balón escondido en el pie… La exhibición de Andrés Iniesta en el Arena Pernambuco de Recife fascinó al mundo: compañeros, rivales y brasileños presentes en el Arena Pernambuco de Recife, que abrían la boca sorprendidos de las acciones del jugador de la selección española.
El manchego comandó los excelentes primeros 45 minutos de España, siendo el eje sobre el que rotaba el balón camino de la portería de Muslera. Incluso, tuvo alguna ocasión de materializar su hegemonía en el partido con algún tanto, en un remate que el meta uruguayo sacó a córner.
El rumor en la grada se instaló cada vez que tocaba el balón. Control, giro, regate y pase al mejor colocado, normalmente Cesc o Soldado. Su premio al MVP del partido fue unánime. Su coreografía recordó a la de Zinedine Zidane y desde este domingo muchos brasileños le han abierto la puerta de acceso al templo de los mejores jugadores de la historia.
Para completar su estelar actuación, incluso robó el balón que significó el segundo gol de España, marcado por Soldado a pase de Cesc.
«Las sensaciones son muy buenas», dijo al final del choque en referencia al grupo, pero sin duda su frase también escondía la comodidad con la que se movió en el campo en el debut en las Confederaciones.
Vía Marca