Una de las frases más utilizadas en la vida cotidiana, y que genera más intriga es la famosa “todo puede pasar en el futuro, nada está escrito”: Pasa en la rutina a diario y también, frecuentemente, en el deporte. Así es el caso de LeBron James.
Ganar, ganar y ganar: A pesar de sus 32 años, el rey no tiene en mente el dejar de evolucionar como basquetbolista. Según reportes de AS, James ha superado sus registros campaña tras campaña, demostrando que su talento y sed de seguir en la cima no tiene techo ni edad límite.
El oriundo de Ohio actualmente promedia en la 2017-18, 28,3 puntos – su mejor marca desde 2010 -, 8,3 rebotes y 8,7 asistencias, asimismo, éste ha alcanzado grandes cifras como lanzador desde la zona de triples, 63% de tiro efectivo (eFG%) y +65% de tiro real (TS%).
Como menciona Sergio Andrés Chacón en su artículo del tabloide español, “Mientras las piernas aguanten el rey será uno de los mejores de la historia, si no el mejor”.
A pesar de vivir una buena temporada con los Cavs, puede que al tres veces campeón de la NBA le apetezca hacer maletas para marcharse de Cleveland, ojo, pero no a cualquier equipo, sino a uno que tenga las herramientas suficientes para optar por otro anillo para su colección, y esa franquiciapodría ser nada más y nada menos que los Rockets de Houston.
La divisa del oeste de EE.UU tiene un encanto particular para el “23” de los Cavs: Daryl Morey, gerente general del equipo daría lo que fuera por llevarse al tres veces MVP de las finales del mejor baloncesto del mundo.
También compartiría vestuario con James Harden, uno de los más grandes de la liga, y su gran amigo Chris Paul, quien sería un factor importante para que LeBron aterrice en la ciudad de Houston y para que éste -Paul- se quede en la institución.
Vía NAD/www.diariorepublica.com