Celta y Barcelona empataron a los puntos en Balaídos, aunque el marcador se acabó decantando a favor de los azulgranas. Superiores los locales en la primera mitad, no materializaron ese dominio en el marcador. Sí lo hizo el equipo de Luis Enrique, mejor tras el descanso, gracias a una jugada de estrategia que culminó Mathieu de cabeza.
Un tanto que rubrica un triunfo muy importante para el Barça, que mantiene así los cuatro puntos de renta en el campeonato y supera la primera de sus diez finales ligueras.
Ofreció el Barcelona una de esas primeras partes grises que comienzan a ser un mal hábito desde la llegada de Luis Enrique al banquillo.
A veces da la sensación de que le gusta madurar tanto los partidos que acaba tirando cuarenta y cinco minutos a la basura y luego le toca ir con prisas. Sucedió en Balaídos, donde acabó prácticamente encerrado en su campo por un gran Celta, que se marchó al descanso sin marcar por culpa de Bravo.
El portero chileno le sacó una mano increíble a Larrivey cuando el choque empezaba a amanecer.
Vía ABC / www.diariorepublica.com