Inglaterra, con la clasificación asegurada y con el honor en juego, se entrometió en las expectativas de Suiza (2-0), incapaz de imponer su motivación en un choque en el que Wayne Rooney superó a Bobby Charlton como máximo anotador de la historia de su selección.
El conjunto de Roy Hodgson, que tiró de jóvenes valores para la visita del combinado helvético, manejó el encuentro y controló las acometidas de su rival, con mucho más en juego.
Suiza dejó a medio hacer su clasificación para la Eurocopa. Mantiene aún el segundo puesto, que da el pase directo. Pero ya siente la amenaza de Eslovenia, que ganó su compromiso a Estonia (1-0) y es tercero a solo tres puntos de distancia.
Wembley fue una fiesta para el equipo inglés, que transita por la fase de clasificación con una autoridad insospechada. Pleno de triunfos. Ocho victorias en ocho encuentros.
Rooney agigantó su leyenda en el fútbol inglés. El atacante del Manchester United, que saltó al campo de la mano del hijo de David Beckham, Romeo, que cumplió 13 años, y estuvo a su lado durante los himnos, acumula medio centenar de goles con el anotado ante Suiza. Uno más que Charlton, el gran referente del fútbol de las islas.
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